¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí.
Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Charlotte, una mujer dulce y dedicada. Chiara, sexy e imponente, ¿Cual elegirías tú...
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POV Charlotte
Revisé todos sus compromisos y nada, Engfa se quedaría en la empresa todo el día ¿podría ser peor mi mala suerte? La noche pasada fue un tanto problemática, nunca en mis planes pensé que estaría al lado de Mew. Después del casi beso de Engfa y yo, salí un poco distraída del lugar.
"¿Está todo bien Char?" —oí la voz de chico a mi lado.
—Sí, claro. Solo con un poco de dolor de cabeza, ¿puedes llevarme a casa?
Recibí una mirada molesta, sé que él esperaba más aquella noche, pero con Engfa a pocos metros de mí, era prácticamente imposible pensar en Mew, ¿de acuerdo? Alcé los hombros y tomé mi bolso.
—Claro, vamos, te llevo a casa.
Miré por última vez la mesa donde estaba Engfa antes, pero sin señal de ella por ahí, ¿Ya se fue o salió con alguna chica? Tina Wina tampoco estaba ahí, seguramente ellas ya no estaban más aquí.
El camino de vuelta fue en puro silencio, se notaba a kilómetros cuanto aquella noche había sido un fracaso, no tanto así, Marima y Nudee salieron ganando aquel día, pues Arun y Suno se mostraron muy buenos partidos mientras Mew se molestó y se quejó desde el momento que puso sus ojos en Engfa, quien estaba de mi lado. ¿Será que él sentía alguna cosa diferente en nosotras? No, no pienses en eso.
—Hemos llegado —dijo deteniendo el auto en frente de mi edificio.
—Gracias por la noche, me gustó—mentí, o no, ver a Engfa fue maravilloso.
—¿Te gustó? Creo que fue algo irritante, pero puedes entenderme, ¿verdad? Algo en mí no le gusta esa mujer.
—¿Engfa? No entiendo, es una buena persona.
—Contigo, ¿no es así? Lo que me parece muy extraño, ella solo es una mujer inútil y arrogante.
—No, porque apenas la conocemos. Además, no deberías hablar de ella así.
—No tengo miedo de ella, Charlotte, apenas llegó y estropeó todo. ¿Recuerdas las horas absurdas que pasaste trabajando en la hoja de balances?
—Mew de verdad. Estoy muriendo de dolor de cabeza, y no quiero hablar de trabajo ahora —hablé irritada.
—Discúlpame, fui un idiota. Sé que la noche no fue de las mejores, pero podemos mejorarla.
Miré sus ojos, que por cierto eran lindos, pero no eran esos los que yo quería mirar ahora. Bajé mi cabeza, pensando en la forma más educada de decir que por hoy ya fue suficiente. Sin embargo, noté como se acercó más a mí, tocando levemente sobre mi barbilla, haciéndome míralo nuevamente.
