¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí.
Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Charlotte, una mujer dulce y dedicada. Chiara, sexy e imponente, ¿Cual elegirías tú...
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POV Charlotte
Bangkok, Tailandia. 01:58 a. m.
Entré en mi camerino sin poder creer lo que acababa de suceder. Yo estaba muy emocionada con todo, Engfa Waraha me había hecho suya. Y yo estaba bien con eso, seguramente ahora todo sería más complicado. Si dejar a Engfa antes, era una tarea difícil, ahora era imposible.
"¿Qué has hecho Charlotte?"
Negué con la cabeza, mientras me ponía la ropa. Cuando miré al espejo me di cuenta de algunas marcas en mi cuerpo, Engfa me había dejado marcas rojizas alrededor del cuello y cerca de los senos, maldita.
Cuando terminé de ponerme la última pieza de ropa, doy una última mirada en el club, y no había rastro de ella allí. Engfa sabía que no quería verla con otra, y ella me obedecería firmemente.
Salgo por la puerta de atrás para no ser vista por nadie. La noche estaba fría, las ráfagas del viento hicieron que mi cuerpo temblara. Caminé rápidamente a la avenida más cercana, cuando vi a Engfa subir a su coche. Ella no se dio cuenta de nadie a su alrededor, ella había obedecido mis órdenes de no permanecer enTilac sin mi presencia. Eso realmente me agradó.
Mi deseo era acercarme a ella, y pasar el resto de la noche en sus brazos. Pero por hoy, ya había superado los límites, por lo que no debo continuar.
En exactamente quince minutos estaba entrando en mi apartamento, pensando que Nudee estaba ya dormida y Marima también. La casa estaba en silencio puro, caminé a pasos lentos sin hacer ruido, y cuando finalmente abrí la puerta de mi habitación, ella ya me estaba esperando. Marima.
—CharChar ¿Por qué llegas a esta hora?
Marima preguntó con suspicacia, la mujer se acercó a mí alrededor como si quisiera analizarme.
—El Show terminó algo tarde hoy.
He contestado con el menor entusiasmo posible, fingir o mentir a Marima Kliangprom era prácticamente imposible, esta mujer me conoce mejor que nadie.
—No me mientas Char, hoy la presentación fue en grupo. Me imagino que tu retraso tiene nombre y apellido.
La miré tratando de ocultar una sonrisa en su rostro, no se le escapa nada.
—No voy a mentirte Kliangprom, mi tardanza se llama Engfa Waraha.
—¡Lo sabía! ¿Qué has estado haciendo con la Jefa?
Marima preguntó asustada y entusiasmada al mismo tiempo. Se sentó en la cama, pidiendo que me sentara a su lado. Su mirada era curiosa, y con un toque de ansiedad. La mujer tomó su vaso de agua, tomando un poco mientras esperaba a que dijera algo.
