CAPÍTULO 26: PELEAS Y RECONCILIACIÓN

654 40 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



POV Engfa

No podría creer lo que acababa de hacer. Acabo de rechazar una buena y placentera noche de sexo puro con Chiara Ariel. Dios, camine de un lado a otro en el corredor, pensando en la idea de regresar y tomar a esa mujer en mis brazos. Pero, ¿y Charlotte? No importa cuánto enojo sienta esta noche, no haría una traición como esa.

¿Sería traición? No tengo nada con Charlotte. ¿O si...? No lo sé.

Sacudí mi cabeza mientras salía de Tilac. El ruido de la sensual música se quedaba atrás, dejando solo el silencio de la noche. Necesitaba poner mis pensamientos en orden. Necesitaba entender qué estaba pasando dentro de mí.

Entre a mi carro suspirando. Recargue mi cabeza en el volante tratando de callar mis pensamientos. Me iría a casa y trataría de dormir, esa sería la mejor opción. No importa que tanto quisiera estar con Chiara, me gustaba Charlotte y era con ella con la que quiero estar.

Encendí el carro dejando ese lugar al que tal vez nunca regresaría. Maneje alrededor del centro de Bangkok pensando en la idea de pasar por Charlotte. Seguro el problema con Marima ya se había resuelto, me tomo como una hora pasar en frente de su edificio.

Pasaba lento en el carro y pude ver dos mujeres que eran más que familiares. Una de ellas sabía que era Charlotte. La castaña usaba el mismo vestido que uso hace unas horas en la cena. Y, ¿a lado de ella?

Me acerqué un poco más con la ventana cerrada y no era posible. No lo quería creer.

Tina abrazando a Charlotte por un largo rato y ella le respondió de la misma forma. ¿Entonces ese era el problema con Marima.

Sentía una urgencia por bajar del auto y enfrentarlas, pero no podía hacer eso. Era mejor que eso. No importa cuánto enojo sintiera, por el momento no diría nada. Me quede unos minutos más mirando la escena hasta que Charlotte soltó a Tina y miro hacia mi auto. Maldición. Se dio cuenta.

Acelere el vehículo saliendo de ese lugar sin mirar atrás. Estaba enojada, me sentía como una tonta. Era por este tipo de cosas que odiaba enamorarme.

¿Estaba enamorada?

No.

No.

No.

Estaba enojada conmigo misma por ser lo suficientemente estúpida para negarme a una noche con Chiara. Mi voluntad era regresar al club y cogerla hasta que no pueda más. Pero no lo haría. Solo trataría a Charlotte fría y cortante como ella se merecía.

Mal humor, enojo y paciencia.

Esas tres palabras definieron ese día. Tomé un sorbo del whiskey más fuerte como desayuno y partí a Industrias Waraha. El tráfico estaba del demonio, como mi estado de ánimo. Cerré mis ojos y las imágenes de Tina y Charlotte se hicieron presentes, como en las horas en que no pude dormir esa noche.

The Stripper-EnglotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora