CAPÍTULO 38: CUESTIÓN DE SABER

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POV Charlotte

—¿Quieres que me olvide de Chiara Ariel?

Le pregunté a la mujer que me miraba de manera firme y paciente.

—Quiero que exista solo para mí. Y pronto.

Amaba lo posesiva que era Engfa, me hacía amarla más. Pero no entendía a donde quería llegar con eso. Yo ya era suya.

—¿Qué quieres decir con eso?

Engfa respiró profundamente y sonrió, poniendo su mano sobre la mía que estaba sobre la mesa, donde empezó a dejar caricias.

—Quiero que dejes Tilac.

Por unos segundos me quedé paralizada, tratando de comprender si eso lo había escuchado de ella o si mi imaginación había ido muy lejos.

—Charlotte... —susurró Engfa, despertándome.

—¿Hablas en serio?

—Sí, lo pensé bien, ahora que estamos juntas no necesitas ir a más ahí —habló Engfa con calma mientras bebía de su copa de vino.

—Engfa, que yo vaya ahí o no, no interferirá en lo que tenemos, bebé —hablé con calma.

—Claro que lo hará. No te quiero ahí, exponiéndote a ti misma de esa manera —habló con seriedad.

—Hace una semana te gustaba, y no te importó —dije con indiferencia.

La mujer rodó los ojos y resopló.

—Hace una semana no eras mi novia.

El lugar se puso automáticamente pesado, propagando la tensión entre nosotras.

—¿En qué cambia eso? Solo estamos saliendo de manera oficial. Nada cambiará.

—¡Obviamente, lo hará, Charlotte!

—¿En qué?

—¡En todo! Ahora eres mía.

—¡Y siempre lo seré, Engfa!

—No estando ahí, bailando para esa gente. Quiero que solo seas mía.

—Eres mi novia Engfa, no mi dueña.

Nos miramos la una a la otra, casi escupiendo fuego. Increíble cómo todo era demasiado bueno para ser verdad.

—Wow, no puedo creer lo que acabas de decir —habló levantándose de la mesa, y al mismo instante me arrepentí de ser demasiado grosera. Me quedé en mi sitio mirando como Engfa se servía un poco más de vino, para luego mirar al mar agitado. Me puse de pie lentamente y caminé hacia ella.

The Stripper-EnglotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora