¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí.
Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Charlotte, una mujer dulce y dedicada. Chiara, sexy e imponente, ¿Cual elegirías tú...
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POV Pich
Estaba esperando a Engfa por horas delante del lugar. Y parecía, que estaba muy ocupada, porque hasta la fecha aún no se había aparecido. "Tilac", era el nombre de ese club, era frecuentado por la elite de Bangkok, los coches importados, la gente de la alta sociedad iba y venía con frecuencia.
"Se debe mezclar con una de las putas de ahí" —hervía furiosa.
Yo estaba atenta a todos los que dejaban esa puerta. Estaba cansada de esperar, pero yo no me iría hasta averiguar por qué razón Engfa estaba allí. Ella no era el tipo de mujer que salía por la noche en busca de diversión. Cuando pensaba en Engfa, lo primero que se le venía a la cabeza era el trabajo.
Me estiré en el asiento del coche, sintiendo un dolor leve por estar sentada tanto tiempo en el lugar de espionaje. Agarre mi bolso y tome un pequeño espejo para comprobar mi aspecto que, por cierto, fui muy descuidada. Hasta que me di cuenta en el fondo a una mujer dejando el lugar. Cerré el pequeño espejo y planteé mis ojos sobre Engfa.
Ella veía a todos lados mientras avanzaba hacia su coche. Ella no estaba acompañada, por el contrario, estaba sola como cuando entro. Estuvo un momento en el coche, para luego retirarse de allí. Y en un rápido movimiento, encendí mi coche para seguirla, no podía perderla de vista... O podría. Podría tener muchas otras oportunidades para descubrir donde vivía Engfa. El objetivo esta vez era saber por qué razón había llegado allí.
Apagué mi coche, tomando mi bolsa. Caminé hacia el club y pagué la entrada. El guapo alto y moreno hombre me puso un pequeño brazalete en el brazo y me permitió entrar.
El lugar era enorme y puramente lujoso. Estaba lleno de gente, y el fuerte ritmo de la música se hizo eco a través de las cuatro esquinas de ese edificio. Caminé viendo cada detalle del lugar. Los hombres y las mujeres se sentaron a conseguir un show privado de hermosas bailarinas en frente de ellos, que vestían ropas diminutas que solo fueron lanzados en sus cuerpos.
"Oh, Dios mío, ¡Engfa Waraha en un club de striptease!"
Concluí al tener esa visión. Estaba sorprendida, sabía el pasado lleno de acontecimientos que mi ex había tenido, pero desde hace años que la mujer no tuvo tiempo para sí misma, ¿y ahora frecuentaba discotecas de prostitutas?
"Muy bien ...", pensé caminando hacia el mostrador de bebidas.
—Deme una bebida, por favor.
La chica de cuerpo esculpido sonrió y comenzó a preparar mi bebida. Dos mujeres que discutían cerca del mostrador, haciendo que tuviera la voluntad de llevarme.