en las garras de la tentación

16

Sexo más sexo y más sexo.

Los cinco días pasados fueron así, llenos de sexos salavje y sucio, apena si una vez Darien estuvo lo suficientemente cuerda como para intentaré hacerle el amor, la dulzura se disipó en el momento en que la penetró.

Estos dos hombres, estas dos bestias eran insaciable, aún cuando Amber estaba muy cansada como para tener sexo, ellos follaban entre los dos mientras ella dormía, no es algo que le moleste en realidad porque le parecía muy excitante verlos juntos, eran demasiado hipnóticos y muy calientes en la forma en la se entregaban el uno al otro. Darien no era para nada dulce con Damon y este último estaba lo suficientemente jodido de la cabeza como para tentarlo ir hasta ael límite, tal vez porque sabía y confiaba tanto su vida en las manso de Darien.

La clave de todo era la confianza en todos los sentidos, los tres estaban demasiado pegados, demasiado unidos que daba hasta un poco de miedo y a la vez da calma, paz.

— Hoy pareces estar mejor.— Dijo Damon mientras se limpiaba la pelvis del semen de Darien, el cual estaba acostado en la cama junto a Amber.

— Creo que el efecto se desvaneciendo.— Murmuro con respiración agitada y ojos cerrados, aún con efecto del orgasmo del sexo mañanero.

— Es una lástima, lo estaba disfrutando mucho.— Comento Damon tirando la toalla húmeda al cesto de  ropa sucia.

—¡Damon! — Lo regaño Amber y ambos machos se rieron.

— aún te follare como bestia salvaje, pulgas.— Dijo Darien con voz ronca mientras abrazaba a Amber y entonces lo miró con sus ojos tan verdes como las esmeraldas brillantes.—  deberías agradecer, tu culo tendrá al fin descanso.

— Él no tiene quejas.— Bromeó Damon volviendo a la cama con Amber.— tampoco se queja mí polla ¿Tu coño se queja, cariño?— Preguntó Damon acariciando castamente los labios vaginales de Amber a lo que ella tembló.— parece que tampoco tienes quejas.

— claro que no.— Sonrió Amber acariciando el pezón de Damon.— Pero no podemos vivir en el celo para siempre.

— ahhh pero es tan maravilloso, es como el jodido infierno mezclándose con el Eden.— suspiró Damon melancólicamente.— Auqnue tienes razón, tenemos que volver a nuestras responsabilidades.— Damon tomó la mano de Amber y mordió suavemente sus dedos.— y encontrar quieren drogó a nuestro chico.

Darien lo miró serio por unos minutos, algo que para Damon no pasó por desaprrcibido peor conociéndolo sabía que el duende no estaba de acuerdo, es más, su chico preferiría que tanto Amber como Damon estuvieron viviendo una vida de enseuño ignorando todo lo demás, tal vez hasta pensaría en secuestrarlos y encerrarlos en su departamento.

— Jared envío un vídeo a mí correo está mañana.— Dijo Amber levantándose desnuda para ir a su computadora, algo que hizo que ambos machos babearan por ella.— Ellos estuvieron investigando.

— Cierto... Jared me había llamado anoche para informarme algo pero no le pude prestar atención.— Dijo Damon pensativo y miró a Darien.— Me preguntó el porqué.

— Mmm no te quejaste cuando tenías tu polla en mí boca.— Murmuró Darien con una mirada casi diabólica y una sonrisa malvada.

Amber volvió a la cama con su computadora y tecleo concentrada para entrar en su correo, entonces abrió la bandeja de entrada y vio que Jared le envío un vídeo, al abrir se vio la grabación del gimnasio ese día: se podía ver a Damon entrenar a los lobos, Darien coqueteando con Amber mientras hacía las cuentas. Todos parecía normal, entonces vio que Darien dejo su jugo en la mesa mientras  ayudaba al hermano de Damon a cargar algunos suministro y Amber se levantaba a hablar con Lissy, fue entonces cuando vio a una mujer pasar al lado del escritorio de Amber y cambiar el jugo de Darién por otro en un movimiento rápido, luego se vio a Darien regresar y sentarse bebiendo del nuevo jugo mientras observaba a su compañeros antes de comenzar a sentirse mal.

— Realmente iban por ti.— Murmuro Amber furiosa.

— ¿Puedes volver y enfocar a la mujer?— Pregunto Darien y Amber lo hizo.— No la conozco.

— Se llama Lila Halkins.— Dijo Damon mirnaod a la chica.— Es una loba nueva que vino a estudiar recientemente...

—¿ Y por qué querría drogarte?— Pregunto Amber a Darien y él negó.

— Llamaré a Jared.— Gruñó Damon antes de retomar su celular.

Darien miró con atención a la foto de la mujer, él no la conocía, no sabía quién era ni porqué lo atacaría. Todo era muy extraño y no creía que la mujer tuviera algo personal en contra de él, tal vez fue enviada o...

— manipulada.— susurro en voz alta.

—¿Que?— Amber lo miró curiosa.

— está chica podría haber sido manipulada por algún duende o un seelie, no hay forma que consiga el Gaius por sus propios medios, los duendes son mezquinos con él o bien hizo un trato o fue manipulada de otra forma.— Darien miró a Damon.— Necesito interrogarla.

— NECESITAMOS interrogarla.— Remarcó Amber y Darien la miró a punto de discutir pero ella negó.— Cariño,ahora somos tus compañeros eso significa que se terminó el pensamiento de "mí problema, yo lo resuelvo", también nos importa a Damon y a mí.

Darien iba a discutir pero una mirada decidida de Damon y otra de Amber le hicieron saber que nunca habría en esta guerra.

Se sentía bien esto, sentir que él les importaba tanto como para ponerse furiosos y decisivos, se sentía en su hogar y que pertenecía a esas dos personas que lo aceptaban tal y como era, incluso amaban mucho más la parte que él mismo odiaba. No podia estar más enamorado.

— Está bien.— Murmuró.

Amber sonrió antes de besarlo y Darien se sintió a salvo y consolado, como un dulce bálsamo para sus heridas. Esa mujer lo hacía sentir cálido, le provocaba cosas que nunca antes sintió y se sentía más fuerte a cada segundo que pasaba con ella, como si ella lo alimentará de alguna forma su alma y vida, le daba cierta sensación de plenitud.

— Demonios.— Gruñó Damon alejando la mirada de él y Darien lo miró confundido.— Odio cuando haces eso.

—¿Que cosa?

— Verte tan tierno como un niño, me lo pones difícil estar serio o molesto.— suspiró Damon y Darien sonrió antes de levantarse y abrazarlo por la espalda.

— confirmo que es  mí arma secreta.

Damon gruñó antes de girar su cabeza y morder la oreja de Darien sonrojandolo demasiado que Amber no puedo evitar reírse, había descubierto que el punto débil de Darien eran sus orejas así que tanto Damon como Amber le mordían de vez en cuando para molestarlo.

— iré a hablar con Jared.— Dijo Damon levantándose y le dio una mirada a sus dos compañeros.— mientras los quiero listos pronto.

Darien lo soltó y vio como su compañero se alejaba mientras él volvía abrazar a Amber, ella solo sonrió mientras lo acariciaba pero su mirada se desvío al vídeo, estaba preocupada por Darien y por Damon, no conocia a la mujer pero ¿Que motivo tenía? ¿Realmente eran los duendes?

— Amber.

Amber miró al duende de ojos verdes brillantes, el duende estaba en la superficie pero había un halo azul brillante también, así que el lobo estaba atento a ella. Amber sabía que Darien sentiria su preocupación así que no se sorprendió cuando le regaló una cálida sonrisa y le besó la clavícula haciéndola estremercerse.

— Estaremos bien, sea lo que sea, estaremos bien.—Darien le acarició la comisura de su labio inferior.— somos difíciles de matar.

—  Aún así, no deberíamos estar tan confiados... Realmente ¿Tu no sabes los motivos de la mujer?

— lo juro.— Dijo de inmediato.— Pero lo descubriremos.

Amber asintió y decidió levantarse para ducharse, algo que Darien no ignoró y dejó escapar un gruñido excitado pero Amber le dio una mirada de advertencia antes de ponerse la bata y meterse al baño ya que el lobo de Darien parecía que en cualquier momento saltaría sobre ella.

Sin embargo, su preocupación fue a que sea como sea el motivo de la mujer para drogarlo, los duendes o los seelies estaban detrás de él y eso ponía en riesgo a sus compañeros... Algo que no podía permitir?