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Para Darien las fiestas de los duendes no eran más que una fiesta donde restregar alas "mascotas" y pavonearse para generar estatus. Eran aburridas y superficiales, incluso solía decir que eran como un circo ridículo donde la alta corte era el centro del espectáculo.

Darien se miró así mismo y sabía que Damon lo viera ya le estaría haciendo bromas sobre su vestimenta, mientras que Amber seguramente se estaría derritiendo como una paleta helada al sol de 40° y luego lo seduciria para tener sexo lo que llevaría a que Damon también quisiera.

Ay... Cómo oso extrañaba.

Dardo se miró de nuevo y le pareció increíble que el hayan obligado a vestir como si estuvieran en la edad media. Con pantalones de cuero real, botas de cuero marrón, camisa rojo color oscuro y un chaleco negro y largo con bordados en dorado sobre la casa que representaba y lo tenía desprendido. Su cabello estaba  peinado  elegantemente y tapaba sutilmente sus marcas de duende. Se rehuso llevar una túnica lujosa, era mejor estar cómodo para los eu sea que sucediera.

El banquete era grande y extenso, ocupaba todo el salon de eventos del castillo. El piso era de diamante y del techo también caían unos picos filoso de diamantes a modo de decoración, por supuestos que la flora nomoudo faltar y se podía de mucha flores en las mesas  y enredaderas en la paredes y el techo.

Había cinco mesas largas llenas de comida dispuestas en vertical a la suya, la cual era una única mesa lujosa que estaba ubicada en al sorteo más alta de la sala, puesto que está era la mesa real donde el rey y sus hijos se andaban a mirar como los demás duendes se divertían.

Un grupo de duende tocaba música folklórica de Annwyn en un rincón de la sala, casi tuvo las ganas de emoezara a cantar "teenenger" de Muy Chemical Romance para alegrar el ambiente caso aburrido.

Su padre estaba hablando con un grupo de duendes, se notaba una conversación superficial. Otros duendes miraban a Darien con curiosidad y algunos pocos, incluidas sus otras hermanas con la que no había cruzado palabra desde que se vieron, lo miraban como su fuera basura. Sarina estaba hablando muy animadamente con uno de sus primos, la princesa  no se había despegado de Darién pero él le insistió que no necesitaba que esté pegada a él como un  imán. La duende no estuvo muy segura pero decidió entretenerse un poco, eso si, no dejó de mirar a Darien.

—¿Aburrido?—Dijo alguien a su lado.

Darien no se tuvo que girarse para saber que se trataba de Daleth. No habían vuelto a cruzar palabra desde el encuentro me la oficina de su padre, Darien simplemente intentó ignorar a sus hermanos lo más que podía.

— Bastante.— murmuró Darien desinteresado mientras hacía girar el líquido rojizo en su copa de cristal.

— tampoco lo encuentro exactamente entretenido, es pura política.— Dijo Daleth antes de beber un poco de su copa.— lo cual deberías aprovechar a tu favor, deberias intentar codearte con los del  Consejo.

Darien esbozó una.sonrisa burlona antes de relajarse en su silla y mirar a su hermano.

— Andar detrás del culo  de los viejos no es exactamente mí estilo.— Dijo con diversión.—¿Es el tuyo?

Daleth sonrió divertido y negó.

— ellos van detrás del mío.— comentó con egocentrismo y Darien solo rodó los ojos.—¿Que?

— No soy muy fan del ego de los duendes.

— ERES un duende.

— yo vine fallado de fabrica, según muchos.— se defendió mientras volvía a llevar la copa a sus labios.

— Yo creo que eres perfecto.

El comentario de su hermano sorprendió tanto a Darien que caía se ahogó con el vino. Daleth carcajeo ante la reacción de su hermano menor para luego darle golpecitos en la espalda.

en las garras de la tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora