en las garras de la tentación

15

Darién ciertamente estaba muy excitado, no era amable ni gentil a la hora de saciar su necesidad pero si se preocupaba por sus compañeros así que también así que había esperado pacientemente que terminen de comer antes  de que él mismo tomará su bocadillo, solo que este tenia un sabor sexual.

Amaba como se sentia el cuerpo de Amber en sus brazos, contra su cuerpo. Ella era hermosa y sensual, era muy ardiente y podría volverlo loco con solo batir sus pestañas y mirarlo con esos ojos cálidos. Su cabello color del sol era suave y brillante, Darien hundió su nariz allí y rezó silenciosamente para que nunca le quitaron semejante belleza o el mundo se reduciría a cenizas.

Luego estaba su lobo, su compañero y el hombre que tenía su alma. Damon lo miraba excitado y atento a todo, sus ojos verdes brillaban como unas esmeraldas a la luz del día. Ese hombre era una belleza exótica, debería revivir a Da Vince y pedirle que pinte a esa belleza morena de ojos esmeraldas y sonrisa sexy. Las negras hebras de su cabello estaban pegadas a su piel y otras ondeaban enmarcando su bello rostro.

—  cariño, nuestro chico está sufriendo. —  Sonrió Damon antes de levantarse de la silla y caminar hacia Darién.— ¿Por qué no usa pequeña boquita? Y tu...— Dijo Damon tomando el rostro de Darien de forma ruda.— dejanos tomar el control ahora.

— Sabes que me gusta...

Damon lo interrumpió besandolo con brusquedad, de forma violenta y salvaje sin darle tiempo a debatir. Amber por su Aldo comenzó a besar el cuello y el pecho de Darién antes de que Damon lo suelte y deje que Amber también lo besara y ahora Damon repartía besos húmedos por el cuerpo de Darién, esto hizo que el duende se rindiera.

—  Me van a matar.— Gruñó con voz ronca y Amber sonrió antes de besarlo castamente.

— Te amamos Darién, pero tu cuerpo también es nuestro para nuestro placer.— Le susurró Amber en su oído.— ¿O no?

— Preciosa, eso no se pregunta.— Darién la abrazó más fuerte y sus ojos se encontraron con los de Damon.— Por supuesto que mí cuerpo les pertenece para sus caprichos.

Damon sonrió antes de respirar profundo llenándose del aroma de ambos, exciatndise al nivel de volverse esclavo de su propio celo, decidido a devorarlos y perderse en el calor de sus cuerpos.

Amber no supo cómo llegaron a la cama, pero ahora los tres estaban desnudos y amándose mutuamente, mezclándose y acariciandose como si no hubiera mañana. Amber le encantaba verlos amarse a los dos porque significaba que tenía a los dos hombres que más amaba en el mundo, además le gustaba ver a Darien sumiso ante Damon, tal vez el morbo le excitaba demasiado. Pero también amaba cuando Damon la convertía en sus sumisa, él podía volverlos a los dos sumisos y para ellos, Damon, era su rey. Luego las cosas se revertian, y estaban a merced del querubín malvado, del príncipe rebelde que era Darién, él era tan hermoso que hacía que todo el cuerpo de Amber temblara.

Damon era una belleza fuerte y varonil, una masculinidad ruda y salvaje. Un fuerte rey guerrero.

Darién era una belleza delicada, como la porcelana pintada a mano, pero traviesa que te tentaba a hacer cosas malvadas. Un hermoso príncipe diabólico.

¿Cómo no ser esclava de ambas bellezas?

— Amber, ven aquí.— Gruñó Damon antes de tumbaral entre los dos y ambos compañeros se abalanzaron a devorarla.

— ¿Cómo puedes ser tan deliciosa?— Gruñó Darién antes de bajar hasta su coño.— Tal hermosa, tan dulce...

Entonces Amber vio como Darién volvía cambiar de lobo a duende y este último le dio una mirada divertida antes de succionar su clítoris algo que la hizo gritar de placer, Damon estaba apoyado en un brazos y miraba comolacido  lo que hacía Darién en el cuerpo de su compañera mientras jugaba con los pezones de su chica.

— Deja que Darién se alimente de ti cariño.— Le Susurró.— mí chico tiene hambre.—Damon llevó su mano al coño de Amber y separo sus labios vaginales para su compañero.— Dale a nuestro chico lo que quiere Amber, córrete para él y alimentalo.

Amber sabía que Damon tenía razón, Darién quería si orgasmo ¡Y ella quería dárselo! Solo quería darle todo de ella a su chicos, como ellos lo hacían con ella. Amber alcanzó a Damon y lo beso mientras Darién la volvía loca, estaba en el paraíso volviéndose adicta a sus compañeros.

Damon se separó de ella y se movió para ponerse detrás de su chica, mientras que Darién ahora la lamía lentamente, rodeando la sdosoiernas de Amber con sus brazos y mirnaodla fijamente cada vez que levantaba la cabeza.

¡Los dos la iban a matar!

Damon miraba fijamente a Darién y sus movimientos mientras acariciaba los pechos de Amber, estaba fascinado con el placer de Amber , más si se lo proporcionaba Darién. Verlos a los dos disfrutarse mutuamente era una fantasía sexual cumplida.

Entonces Darién lo consiguió, Amber se sacudió frente a un poderoso orgasmo y Darién sonrió antes de beber de ella como si fuera una fuente de agua dulce, como si fuera el líquido de la vida eterna.

— Deja algo, Tinker, yo también quiero.— dijo en Brian Damon pero Darién lo miró y sonrió  de forma malvada.

— Ven por ella.

Damon lo miró excitado antes de volver a moverse e ir a ocupar el lugar de Darién, Damon llevó su boca hacia la miel caliente que escurría de Amber y la lamió como si fuera así sabor de helado favorito, incluso gimio con cada lamida que le daba ¿Acaso su compañera podía ser más deliciosa? Entonces sintió algo frío en su trasero y cuando se dio cuenta ya tenía a Darién tomando su polla y apuntando a su trasero.

— Eres tramposo ¿Lo sabías, Tinker? — Darién solo le sonrió con maldad antes de entrar en él de una vez haciendo que Damon gimiera aún mas fuerte cerrando los ojos.— mierda...eres un chico travieso.

— No deberías decir eso...— Sonrió Darién acercándose a su oído.— cuando estoy en tu culo.

Darién lo sujetó más fuerte desde las caderas antes de salir y volver a penetrarlo lento pero profundamente, y asi hasta agarrar más ritmo.

Damon se sentía arder, parecía que  duende ella destrozaba pero ese dolor lo ponía más y más excitado que apenas podía contenerse. Dejó a un lado el colo de Amber antes de besarla apasionadamente, en lo que podia con las embestidas de Darién, y luego tomo su propia polla y la masajeó un poco antes de frotarla sobre el coño de Amber.

— ¡Damon!— Gruñó Amber moviéndose contra él, no soportando la necesidad de sentirlo adentro.

Damon debió saberlo porque no dudo en introducirse en ella, su estocada fue violeta y sin permiso, ahora los tres estaban unidos como uno solo, en una misma sintonía, moviéndose como uno solo y disfrutando de la magia que producía su  nueva relación, la unión de su vínculo donde los tres eran parte de uno y sin uno, la relación no funcionaba.

No existía un Amber sin Damon y sin Darién, y a su vez, ellos no existían sin ella.

— si la embarazas...— Le susurró Darién a Damon.— te daré un premio.

Amber lo escuchó y se emocionó al escuchar la idea de tener un bebé de ellos, siempre quiso una familia y deseaba. La idea hizo que liberará más feromonas y ambos lobos gruñeron como animales en celo y eso basto para volverse salvajes y desquiciados.

— Eso quieres, mí dulce Amber.— Sonrió Darién y su voz se deformó, como un malvado villano.— Llenaremos ese lindo vientres de minis Damon.

Damon gruñó de forma afirmativa pero luego una idea pasó por su cabeza ¿Cómo sería un mini Darién? De seguro sería un tierno príncipe de actitud traviesa, aunque... Darién no quería tener hijos propios por su gen de duende, tal vez Amber y Damon podrían hacerle cambiar de idea.

Amber le miró a los ojos a Darién y habia una comunicación silenciosa dónde ambos acordaron volver loco a Damon y ambos lo harían, no solo hoy, sino que siempre.