Virgin.[HS]

"¡Dios!"

El beso se volvió más rápido y sus piernas, que rodeaban mi cintura, se apretaron a mi.

Oh..

Me apoyé más aún contra ella.

Gemí.

—Dios..—murmuré alejándome de su boca sólo un poco. Mordí mi labio mientras que ella enterraba sus dedos en mi cabello y besaba, más bien mordisqueaba, mi cuello.—Mhm..—ronronee meciéndome muy suavemente, mientras que afirmaba mis antebrazos al colchón.—Creo que.. intentas seducirme..—murmuré con gracia.

Soltó una risita y tomó mi rostro entre sus tibias manos para mirarme.

—Creí que ya lo había logrado.—bromeó.

Sonreímos.

—¿Sabes..?—sonreí misterioso.—Ya lo has hecho.—murmuré sobre sus labios para después besarla castamente.—Creo que puedes hacer lo que quieras conmigo... Estoy totalmente seducido por ti.—murmuré atontado y vulnerable.

Mordió leve y lentamente su labio inferior y sonrió.

Me sentí algo idiota al decir aquello, confesar aquello. Pero, ¿qué más daba? Ella me gusta en serio.

Sus manos, aún en mis mejillas, acercaron más mi rostro al suyo: para besarnos.

¿Antes nos besábamos como desesperados?

Bueno, ahora nos besamos tan lenta y profundamente que es como si estuviera en un sueño absurdo.

Nuestros labios se movían sincronizados, nuestras lenguas bailaban sin música.. juntas.

Ella es tan preciosa..

Ella está siendo dulce. Intenta serlo por mi.

No quiere lastimarme, y se está arriesgando conmigo.

No debo permitir que se arrepienta.

Cuando nos quedamos sin aire: dejé un pequeño y suave sendero de besos, pasando por su mejilla, su mandíbula, su oreja y su cuello.

Intento ser cariñoso, dulce y hasta delicado.

Quiero que no se arrepienta de estar conmigo.

En ningún sentido.

Volví a buscar su boca, haciendo el sendero de vuelta a ella, y la besé con sentimiento.

Bajé un mano para colarla en su camiseta de The Rolling Stones, que era muy ceñida a su cuerpo.

Tantee su piel, y sentí que se erizaba lentamente a mi tacto.

Arrastré mi mano por su abdomen, llevando hacia arriba su remera a su paso y llegué a su pecho izquierdo y lo apreté suavemente.

Gimió suave sobre mi boca.

Me mecí sobre ella y volvió a gemir.

Rozarnos es sexy.

Me hinqué en la cama, y como no me despegaba de su boca, la obligué a sentarse.

Tomé el borde de su camiseta y se la quité.