"Toda la noche"

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(...)



_______ no podía parar de saludar o ser saludada por los invitados.

Y a todos me presentaba. Lo cual es sumamente adorable y encantador ya que no suelta mi mano ni un segundo.

Tampoco podía dejar de mover su cuerpo al son de la música, y eso me daba ternura y alegría. Ella no dejaba de sonreír aunque intente disimularlo, yo logro verla. Ella está feliz con su fiesta sorpresa.

Ni hablar de la mesa llena de cajas y bolsas, que era donde todos los invitados habían dejado sus obsequios para ______.

Sin dudas es una bendición haber traído la camioneta de papá, que tiene un gran baúl y es grande hasta por dentro, porque era imposible creer la cantidad de obsequios de distintos tamaños que habían sobre aquella gran mesa.

-Te estás divirtiendo, y no lo niegues. - dije en su oído mientras que la abrazaba desde atrás.

Se rió.

-¡Me encantan las fiestas! Si dijera que no me lo estoy pasando bien, sería una mentira. ¿No crees?

Sonreí triunfante.

-¿Aunque la fiesta haya sido «sorpresa»?- me mofé dulcemente. Se giró entre mis brazos y rodeó mi cuello con sus brazos.

Rodó los ojos, pero luego sonrió.

-Debo admitir que es la mejor sorpresa que me han hecho hasta ahora en mis 20 años de vida.- sonreí ampliamente.

-¡Genial! Me alegro demasiado de haber participado, entonces, porque tu sonrisa es realmente hermosa y me pondría bastante celoso de saber que alguien más, que no sea tu familia o yo, te hace mostrar esos hermosos dientes que tienes.. - soltó una carcajada y refunfuñé.-Es en serio.. ¿Recuerdas? Soy un celoso sin remedio. - enlazó nuestras manos y me sonrió ampliamente.

-¿Acaso no te cansa ser tan celoso? Bebé, no te doy motivos para serlo.- bufé y rocé mi nariz con la suya.

-Lo sé.. Eres.. Perfecta.. Pero, por eso mismo, estoy celoso. Porque, tu eres perfecta. Y hay muchos chicos que también lo ven y eso me enferma.-murmuré con el ceño fruncido.

-Amor... Eres el hombre más perfectamente celoso e increibleblemente adorable de todos.- mis mejillas ardieron de tal manera que sentía fuego en ellas.

-______.. ¿Me consideras un hombre..? ¿En serio? - pregunté sorprendido. Sonrió con ternura.

-Sí. Pero, por favor, déjame seguir llamándote "bebé" porque me encanta. -sonreí ampliamente y asentí con entusiasmo.

-Sí. Puedes llamarme como quieras. En serio. Me gusta que me pongas apodos.. Es.. Adorable.- sonrió satisfecha.

-De acuerdo... Trato hecho, amor. Ahora, ¿te apetece bailar?- la miré pícaramente.

Virgin.[HS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora