"Mudanza y desastre"

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Unos meses después..

No me podía creer que ya hayan pasado tantos meses desde que comencé el último año de instituto. Y, lo mínimo que podía hacer era darles un breve resumen de lo que sucedió últimamente.

Gemma consiguió un empleo estable, con buen horario y muy bien remunerado. También retomó su carrera, la cuál jamás me había dicho qué era y parecía que tampoco pensaba decírmelo ahora.
Emma estaba cada día más bonita y sus pestañotas sólo hacían que sus ojos, ahora definidos en un intenso color azúl con matices mieles, resaltan al mirarla. Era una bebé preciosa y me daba pena que crezca tan deprisa.
Yo, el mas tonto de todos, era el capitán del equipo de fut. Ni siquiera yo me lo creía cuando mis compañeros me escogieron, sin contar al entrenador que se encargó de darme felizmente la noticia.
Jay, aunque no se lo crean, se había metido en el equipo también. Y, mi Dios, ese chico corre mas rápido que yo. Ocupó mi lugar como corredor, ahora él era el más ligero del equipo, y yo ocupé el puesto de capitán y lanzador que tenía Jack.
Jack, mi querido amigo, estaba bastante feliz en la universidad. Iba con Jenny, su siempre fiel y bonita novia, a la universidad del centro, ambos en carreras distintas pero con los horarios similares. Jack había entrado con la beca del fut y había escogido la carrera que más la apeteció, que, para mi sorpresa, fue periodismo deportivo, mientras que Jenny escogió psicología. Jenny, con su carrera, compartía clases con _____ y Sasha, quien estudiaba, según comentó Louis con orgullo, medicina, según parece que en la rama infantil.
Sasha, la fiel y siempre simpática amiga de mi novia, había pasado mucho tiempo con _____ últimamente. No me malinterpreten, adoraba a Sasha como a una hermana, pero me inquietaba que cuando yo aparecía en escena la chica de cabello color gris artificial cambiase de tema. Me inquietaba mucho.
_____, mi hermosa y caliente nena, estaba muy metida en su carrera, que era un profesorado superior de biología humana, y también estaba muy concentrada en sus cursos de fotografía y cocina. Yo creo que se le dan geniales ambas cosas, pero ella insiste en que necesita esas clases, ya que “siempre se puede aprender más”. Susan está orgullosa del talento de su hija en la cocina, yo también creanme, y Greg está demasiado contento y orgulloso de que su hija haya adoptado su amor por la fotografía.
Zack, mi queridísimo Zack, había retomado su carrera en el segundo semestre. Casi me da algo al descubrir que su carrera abandonada era diseño gráfico. No lo veía en esa carrera, sinceramente; y él dijo que sólo había estado ahí matando el tiempo, además tenía pésimas notas. Ahora su carrera eran las matemáticas, y me alegré mucho por él; también por mí, porque me ha ayudado a pasar la materia mas de una vez. Será un gran profesor.
Mis padres seguían iguales que siempre, enamorados de Emma, protegiéndome de todo lo que podían aunque dándome mi espacio, y apoyando a Gemma en sus decisiones.
La familia de _____ seguía igual de numerosa y simpática, creo que hasta me adoptarían si pudieran porque me tratan como uno más. Sin mencionar que me agradecen haber integrado a Jay en el instituto y en el equipo de fut, argumentando que al fin ese chico haría ejercicio y dejaría su consola de juegos. Yo no soy responsable de lo segundo, pero también me alegra. Además el equipo lo adoraba, y sabía que sería el capitán cuando yo me graduara, ya que le quedaría un año mas a él, y el entrenador le había augurado un gran futuro ahí. Aunque el entrenador era algo tosco, nos quería; yo lo sé.
Y, acabando, cabe mencionar que ya estaba terminando la mitad del año y no había escogido una carrera. Y me estaba volviendo loco con todas las sugerencias.

Bufé y acaricié la manita ahora delgada de Emma. La niña me miraba atentamente sentada de frente en su mochila canguro mientras que yo terminaba de hacer su papilla de manzana, llevándola a la mesa. Me senté con ella, cogiendo la cuchara de plástico color rosa suave, y la cargué un poco.

—A ver, cielo; abre la boca.— pedí con una sonrisa, besando después la mejilla de la bebé de ya casi nueve meses. Ella me miró fijamente, ignorando mi petición. — Cielo  por favor; debes comer algo. Tu madre se enfadará conmigo y no queremos eso, venga, por favor.— supliqué acercándole la cuchara con la papilla. Ella abrió los labios un poco.— Eso es..— murmuré intentando no ser brusco al momento que ella cerraba la boca antes de que lograse darle la comida. Gemí. — Nena, eso es jugar sucio. Venga, no me hagas eso.— pedí mojando sus labios con la papilla. Ella lamió sus labios y, como si recién me mirase, me sonrió y gorjeó, abriendo la boca entusiasta al sentir el sabor dulce de la manzana.— Esa es mi Emma.— dije feliz, dándole de comer. Ella me cogió de las mejillas mientras yo recogía con la cuchara lo que ella había dejado salir de su boca, intenté que me soltara con la mano libre, y volví a darle de comer.— Cielo, no aprietes. Después estoy todo magullado, como ese fatídico día en el hospital o después de un juego.. — suspiré feliz cuando me soltó una de las mejillas.— ¿Ves? Eres un encanto.— dije alegre, besando su manita. Suspiré y la miré comer.— Oh, linda.. Creces tan rápido.. — acaricié suavemente su cabello levemente ondulado de color miel.— No quiero que crezcas, Em; ¿a quién voy a arrullar para que duerma? Nena, no crezcas.— murmuré acariciando su sonrojada mejilla. Ella me sonrió, mostrando sus encías y el asomo de lo que en meses sería un diente completo.— Ay Dios, debo conseguirme otro bebé. Tal vez convenza a Susan y a Greg de que tengan otro y me dejen cuidarlo.— comenté distraído, dándole de comer y haciéndole beber agua de un biberón. — O tal vez deba conseguirme un trabajo de niñero, Dios sabe que me gustan los bebés. Pero sólo los bebés, porque ya tengo práctica: cuando tú crezcas un poco mas, podré ser niñero de niños más grandes. Ya sabes.— ella cabeceó, como si realmente me entendiese, y comió su papilla. Sonreí.

Virgin.[HS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora