"Estamos embarazados"

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Aún no salía de mi estado de entumecimiento. Estaba pasmado. Atontado. E increíblemente triste.

Había dejado embarazada –después de la larga campaña– a mi novia de años y.. Y ella me echa de la casa. Ella prácticamente rompe conmigo. Y.. Y no parece nada feliz con la idea de que tengamos un bebé.

Santa mierda. Estoy muerto.

Aún respiraba de manera irregular, y ni mencionar que lloré como un niño, y eso que habían pasado horas.
Ya era casi media noche, y ella.. Mierda. Ella en verdad no volvía, ni contestaba mis mensajes de texto, ni las llamadas, ¡ni siquiera los correos electrónicos o los mensajes de whatsapp! Mierda. Era como si.. Como si se la hubiese tragado la tierra. Pero joder, ella no desapareció: ella sabía perfectamente dónde iba, ella no es irracional ni actúa sin pensar. Además estoy seguro de que apagó su móvil o me está ignorando olímpicamente de una manera formidable. No quería llamar a nadie más, no quería que _____ se enfade aún más conmigo por llamar a nuestros amigos y preguntar si ella está allí. Ni siquiera llamaría a su familia. De todos modos, ¿qué podía decir? «Hola, Susan, ¿está _____ allí? No, no pasa nada realmente grave pero.. Bueno, sí es grave: su hija rompió conmigo cuando le dije que estaba embarazada por mis propios méritos. No, yo no estoy embarazado, sino su hija», no definitivamente no podía decirle eso. Iban a patear mi culo si sabían que yo lo preparé todo para que ella quede embarazada, sin decirle nada. Vale, tal vez no estuvo bien hacer todo lo que hice y caerle luego con la bomba de «¡estás embarazada, deja de intentar beber y fumar!». Tal vez debí decirle antes que cabía la posibilidad de que estuviese embarazada, para que hoy ella no me lo tire en cara y rompa conmigo.

Mierda. Aún no lo creo. Le digo que está embarazada –aunque no fue nada románico sino que fue en medio de una discusión– y ella rompe conmigo. Ella. Rompe. Conmigo. No puedo creerlo. Y pensar en ello otra vez –aunque realmente en estas casi seis horas no lo he dejado de pensar– me hace querer echarme al suelo, ponerme en posición fetal y llorar como un idiota.

Sin embargo tuve que agarrar coraje y juntar algunas prendas de ropa y ponerlas en un bolso. Maldición. Ni siquiera puedo creer que esté haciendo un bolso, para irme de la que considero mi casa. Me quiero morir. ¡Pero antes quiero arreglar esto!
¿Pero cómo lo hago? Ella no contesta mis llamadas –ni nada–, no sé dónde está y la conozco: ella dice las cosas en serio y si se enfada.. Si se enfada, puede durarle desde días hasta meses y años. Y maldición, debemos arreglar las cosas. ¡La adoro, no puedo separarme de ella! ¡Tendremos un bebé! Mierda. No podemos separarnos. Me mataría aquello.

Me pasé las manos por el cabello, tirando un poco de él para acomodarlo lejos de mi rostro, mientras respiraba hondo y suspiraba después. Luego lavé mi rostro con agua fría y evité mirarme al espejo antes de volver a la habitación. Mich y Santa estaban echados a los pies de la cama, Mich sobre la cama y Santa en el suelo. Ambos parecían cansados pero no me perdían de vista mientras que yo revisaba mi móvil, encontrando que seguía sin recibir nada de _____. Suspiré, mordiendo mi labio inferior con fuerza luego. Esto no se siente nada bien, y no creí que lo experimentaría jamás.. Soy un completo idiota.
Continué guardando algunas prendas en el bolso de viaje que tenía medio vacío sobre la cama, pero jamás perdí de vista el móvil. Solo por si acaso ella me contestaba al menos un mensaje.
Para cuando dio la medianoche, yo era un completo desastre. Un manojo de nervios que apenas estaba conteniéndose para no llamar a la policía. Cielos, realmente llamaría al FBI o Interpol, para que la malditamente busquen y traigan a casa. Sin mencionar que pediría un mediador o un negociador para que nos ayude a llegar a una tregua, a un acuerdo. Yo malditamente lo haría. Pero que no llevará a nada realmente bueno. No puedo obligarle a oírme, a que conteste mis llamadas o a que lleguemos a un buen acuerdo sin que tengamos que romper. No puedo obligarle a perdonarme, porque que ella se siente realmente traicionada –y con razón– y no siente en su corazón que debe –o puede– perdonarme. Y me duele aquello. Yo la he orillado a aquello. Me merezco esto. Pero aún así una parte de , la que realmente cree en los milagros, está rogando por que vuelva, me deje hablar y me abrace. Esa parte de mi, que está muriendo lentamente por los nervios, ruega por otra oportunidad y por que nuestra relación no termine así y tengamos un bebé estando separados. Maldición, quiero más que un bebé con ella, y si estamos separados nosotros no.. Oh, mierda. Nosotros no seremos prácticamente nada, sólo nos uniría nuestro bebé –porque que ella no le haría nada malo a nuestro bebé jamás– y ella.. Mierda. Ella podría simplemente comenzar a salir con otro tipo. Un tipo que podría convertirse en el padre de nuestro bebé.

Virgin.[HS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora