Virgin.[HS]

"Bailemos"

#_____'s pov:

Me sentí realizada cuando comprobé que, al cuarto día de jodidos y putos dolores, la regla se había ido.

Se fue. ¡Se fue!

Sonreí aún más, mirándome en el espejo que estaba sobre el lavabo, y solté una risa estúpida al sentirme como nueva.

Un mes libre por delante, sí, joder, esos tres días y medio fueron eternos.

Cepillé mis dientes con entusiasmo, luego utilicé el hilo dental y pronto me encontré tarareando bajo la ducha.

Sintiéndome limpia al fin.

Tener la regla era lo más frustrante del mundo, y lo digo con conocimiento en la ciencia. Sé que es natural y bueno, señal de que el cuerpo funciona correctamente y que, en cualquier caso, tienes oportunidad de concebir.

Pero ninguna de aquellas cosas me interesaba. No ahora.

Enjaboné mi cuerpo, disfrutando del aroma del shampoo que había utilizado antes.

Jamás me había sentido tan frustrada de tener la regla. ¿Por qué? Simple, llevo casi un año con un chico que tiene manos, boca y lengua inquietas e inquisitivas.

A Harry le encanta el sexo, en serio, y siempre se muestra disponible y dispuesto a algo nuevo o al sexo vainilla.

Todo mientras sea sexo.

En un punto me hace sentir joven, llena de hormonas, y joder. Soy joven pero él tiene tres años menos y más energía. Más hormonas.

Él está lleno de testosterona, lleno de esperma. Lleno de ganas.

Y, mierda, es jodidamente alagador.

Él es tan hermoso.. Tan dulce y atento.. También es tan salvaje y primitivo cuando las ganas «le ganan»..

Él tiene la dosis justa de todo lo que se necesita, en exactas medidas, para ser perfecto. Y, maldita sea, ni siquiera le cambiaría su bipolaridad o celos irracionales.

Los celos me hacen sentir importante para él, casi indispensable.

Él es malditamente indispensable para mí.

En un año, bueno casi un año; me acostumbré a tenerlo revoloteando al rededor, conozco sus caprichos, gustos y mañas tanto como conozco sus disgustos, miedos y anhelos.

Y me enamoré hasta los huesos de todo él. Desde sus cabellos locos hasta los dedos de sus pies.

Sonreí, cerrando el agua de la ducha luego de quitarme el jabón.

Estiré el brazo y cogí la toalla para comenzar a secarme y luego cubrirme el cuerpo con ella, amarrando una esquina a mi pecho.