Virgin.[HS]

"Regalos"

Mordí fuertemente mi labio inferior, mientras que miraba el techo.

Sus manos y su boca me estaban matando.. Estaba muriendo del placer.

-J-Joder..- gimotié.- D-Dios..- cerré los ojos unos momentos, acariciando otra vez su mejilla, y los abrí; mirando el techo. -D-Dios.. Si es que existes..; quiero p-pedirte no llegar aún.. D-Déjame disfrutar más..- jadee. Ella se alejó de mí y soltó una carcajada. Reí y la miré.

-No puedo creer que digas eso en un momento así. - dijo negando. Alcé los hombros.

-Quiero disfrutar.. Nunca pedí que te detengas..- murmuré mirando mi erección apuntando a su rostro. Rodó los ojos, sonriendo, y volvió a dirigir la punta a su boca. Rodé los ojos y eché la cabeza hacia atrás. -D-Dios sí.. Nena, ¿s-sabes cuánto t-te amo? O-Oh Dios..- cerré los ojos y mordí mi labio inferior, empujando inconscientemente las caderas contra su rostro. Gimió. -L-Lo siento, e-ese no he sido yo.- murmuré sonriendo, con las mejillas rojas.

Volví a colocar mi brazo doblado bajo mi cabeza, y abrí los ojos para mirarla.

Dios sí..

Esta sin dudas es la imagen más sexy y caliente que guardaré en mi memoria.

Porno en vivo y en directo, y yo soy el jodido protagonista junto con mi preciosa y caliente novia.

Luego de unos minutos, me encontraba maldisiendo a todo y gimiendo, a la vez que ella se colocaba entre mis piernas y yo las abría un poco más.

-O-Oh Dios.. E-Espera, amor..- supliqué y ella apartó el rostro, confusa.- M-Me vengo.. Necesito respirar..- expliqué cerrando los ojos y respirando profundo, intentando calmarme.

-¿Que no se supone que aquél es el objetivo?- dijo divertida. Solté una risita y la miré.

-Pues.. Sí..- razoné y ella mordió su labio inferior. Pronto volvió a lo que hacía antes y suspiré.- O-Oh..

Dos minutos después, tenía todo el cuerpo rígido y ella lo notó, porque comenzó a acariciar mis muslos para intentar relajarme.

Pero no puedo relajarme. Estoy apunto de explotar.

Devolvió sus manos a mi erección y masajeó mientras que, con cuidado, succionaba la punta.

Abrí la boca, buscando aire, y la miré atentamente mientras que yo, inconscientemente, empujaba suavemente las caderas contra su boca a la vez que sostenía su mejilla.

Y llegué, y ella como es tan jodidamente perfecta; lo tragó.

Suspiré, hundiéndome en las sábanas y almohadas, para luego extender los brazos a los lados, rendido.

Cerré los ojos e intenté calmar mi respiración mientras que ella me acomodaba la ropa otra vez, sólo que esta vez dejó el cinturón desabrochado.

Extendí mis brazos hacia ella a ciegas, mientras que ella se arrastraba por mi torso, dejando cortos besitos.

-Ven aquí..- murmuré sonriendo somnoliento. Se sentó sobre mi estómago y me abrazó. Hundí la nariz en su pelo.- Te amo.. No tenías que hacer eso, pero gracias.. Eres un ángel.- murmuré y acaricié mi rostro con su cuello. Llené de besos suaves la piel de su nuca.

-Quería hacerlo, amor.- sonreí y la apretujé entre mis brazos. Se rió.

-Eres jodidamente perfecta.- murmuré.