Virgin.[HS]

"Navidad"

~24 de Diciembre. 8:43 am.

Gruñí cuando noté más luz de la que necesitaba.

Jodida vida.

Me removí, virando el rostro hacia el lado oscuro. Y sentí su perfume.

Sonreí, con el rostro pegado al colchón, y alargué el brazo bajo las colchas para coger su cintura.

Ella murmuró algo inentendible, haciéndome soltar una risita, y enlacé nuestras piernas.

—Buenos días.. — murmuré abriendo un ojo. Ella soltó una risita.

—Buenos días, bebé..— murmuró ella, acercándose a mi rostro y besándome cortamente.

—Menuda fiesta..— murmuré. Soltamos risitas.— Ha sido genial..— murmuré.

—Sí.. Louis se veía feliz con todos los obsequios que recibió..— me reí.

—Él estaba feliz porque Sasha estaba allí, y follaron como conejos, estoy seguro.— dije riendo. Me dio un empujón.

—Tú no puedes decir nada.— ronroneé y la pegué a mí, dejando mi erección matutina sobre su vientre. Contuvo el aire.— H-Harry..— enterré el rostro en su cuello.

—Lo hemos hecho en el patio trasero.. Ha sido lo más caliente de la vida, ________..— murmuré sonriendo, dejando chupetones y mordidas en su piel erizada. Me acarició la espalda desnuda.— Se nos acabaron los condones anoche..— murmuré, metiéndome bajo las sábanas para concentrarme en sus pechos.— Estoy caliente..— murmuré bajando por su vientre.

—H-Harry..— murmuró, cogiendo mi cabello en un puño. Sonreí y la recosté sobre su espalda, haciéndome espacio más abajo en la cama.— ¿Qué estás..?— la interrumpí abriendo sus piernas y llenando de besos sus muslos y vientre.— H-Harry..— sonreí, colocando sus muslos sobre mis hombros, porque anoche yo mismo le había quitado la ropa interior.

—Solo quiero desayunar y comenzar este día de la mejor manera, bebé..— murmuré. Su puño se apretó en mi cabello. Gruñí mirando atentamente mi objetivo.

—H-Harry..— murmuró. Sonreí y, luego de lamer mis labios, saqué la lengua, dando una larga y lenta lamida.— Oh por.. Dios..— gimió. Sonreí y dejé un beso húmedo en su piel.

—Eres deliciosa, me encanta mi desayuno de hoy.— di otra lamida, esta vez más profunda.

—D-Dios mío..— murmuró y, con su mano libre, alzó las sábanas. La miré desde mi lugar, y di otra lamida. Jadeó y sonreí al ver sus ojos brillar.— Harry..— murmuró y sus piernas temblaron cuando apoyó las plantas de sus pies en mi espalda.

—¿Sí, mi amor?— pregunté con inocencia. Se rió y solté una mano de su trasero, para acariciarla. Su sonrisa se cortó. — ¿Qué sucede, bebé?— pregunté sonriente.— ¿Querías decirme algo?— ronroneé divertido. Suspiró, cerrando los ojos y relajando todo su cuerpo. Hundí el dedo corazón lentamente en el calor de su cuerpo. Contuve el aire justo cuando ella lo hizo, alzando las caderas y retorciendo sus pies.— Tengo hambre..— murmuré y, luego de lamer y morder mis labios, hundí el rostro entre sus piernas.

—¡Oh por Dios!— jadeó aferrándose a mi cabello con ambas manos.

Bonita y excitante manera de comenzar un largo día. Sonreí.

...

Terminé de envolver el último obsequio y suspiré.

—He terminado con esto, nena.— le avisé en cuanto la vi servirse una taza de té.— No queda ninguno más, ¿verdad?— negó y se me acercó, cogiendo mi barbilla y besándome los labios.