"¿Nathan y Nick Hood?"

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Un mes después..

La enfermera me puso un algodón en la nariz, con algo de brusquedad a decir verdad, e hice una mueca de dolor.

. Aquí estoy yo con la nariz sangrando y sentado en una camilla.

La enfermera corrió la cortinilla que separaba mi camilla de las otras de la sala de urgencias: luego fue hasta la que estaba enfrente y corrió la cortinilla también.

Y ahí estaba Nathan Hood, recostado en la camilla con la nariz peor que la mía. Estoy orgulloso de eso, a decir verdad.

Sonreí con desdén y suficiencia mientras lo miraba. La enfermera lo revisó y le puso algodones en la nariz, de ambos lados.

—Ay, joder. ¿Cuándo llegará mi padre? Ay, eso duele, señora.— se quejó Nathan mientras la enfermera le desinfectaba un corte del pómulo. Ella resopló.

—Mire, joven: su familia ya fue notificada y su padre ha dicho que estaba saliendo de su trabajo para venir a por usted.— suspiré y Nathan resopló.

—Vale, vale.. ¡Ay!— chilló apartándose de la mujer con el algodón con alcohol en mano. Él la miró con una mezcla de rencor y horror.— Eso duele..— murmuró como un niño enfurruñado. Rodé los ojos, pero gemí de dolor.— ¡Te mereces eso, Styles!— exclamó enfadado.

—¡Cállate! ¡Te romperé la nariz, joder! ¡No fallaré esta vez!— exclamé señalándolo con furia. Él me miró de igual manera.

—¡Jóvenes, silencio! — me miró la enfermera reprochante. Apreté los labios y me crucé de brazos, enfurruñado.— Bien. Ambos se quedarán aquí en observación. Y el teniente les tomará declaración y luego verá si es necesario llevarlos a la comisaría.. — se encaminó hacia la puerta y dejó pasar al policía. Pasé saliva mirando al hombre vestido de uniforme azúl. — Con permiso.. Cualquier emergencia, pueden oprimir el botón rojo que hay junto a las camillas.— salió cerrando con suavidad la puerta. El oficial nos miró a Nathan y a mí.

—Aún no comprendo cómo dos adolescentes pueden armar semejante disturbio en una plaza de aparcamiento.— dijo el oficial negando con la cabeza. Me puse rojo y desvié la mirada.— Ambos menores de edad.. No pueden ser detenidos aunque sean conscientes de sus actos.— suspiró y se cruzó de brazos, haciendo resaltar sus músculos. — Pero notificaré a sus familias por esta pelea en pleno aparcamiento que han tenido.— nos miró de manera seria. Volví a desviar la mirada.— Esto queda en una advertencia porque no tienen antecedentes y los testigos no han levantado cargos ni nada por el estilo. A la próxima, me los llevaré a la comisaría y tendrán fianza. ¿Entendido?— asentí. — ¿Entendido?— repitió con más énfasis. Me encogí.

—Sí, oficial. — mi voz sonó a coro con la de Nathan.

—Bien. Haré pasar a quién venga a buscarlos luego de hablar con ellos.— avisó y, seguido de un asentimiento corto, salió por la puerta.

Todo quedó en silencio. Bueno, no realmente ya que podíamos oír el murmullo leve que había fuera de la sala de urgencias para casos menores.

Sólo tenemos unos cortes en los labios, las narices sangrantes y los puños magullados. No es gran cosa. Pero va a doler mañana sin los analgésicos.

Virgin.[HS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora