#______'s pov:
Salí del baño, sintiéndome mejor luego de refrescarme, y fui directo a la cocina, a oscuras, para coger un vaso con agua para poder beber el analgésico para mis dolores.
Ser mujer en estos días es una auténtica mierda. En verdad detesto esto. Son los tres, o cuatro, días más agónicos del mes. Y, maldita sea, es cada puto mes. Definitivamente esto es mierda.
Dejé el vaso en el lavavajillas y me dirigí, con Mich estirándose entre mis pies descalzos, hacia el pequeño balcón que había en la parte trasera de la casa.
Este lugar es tranquilo, y había instalado una tumbona aquí, con cojines, para poder disfrutar de la tranquilidad.
Me senté a la vez que encendía el cigarro mentolado que había cogido de la cajetilla del neceser del baño.
Dejé el mechero a un lado, en el suelo, y estiré las piernas desnudas en la tumbona.
Estaba haciendo un frío de puta madre, pero no podía dejar de retorcerme en la cama del dolor, y no quería despertar a Harry luego de todo lo que él hizo, estando agotado, para que yo pudiese dormir.
No es forma de pagarle a mi bebé.
Calé el cigarro, sintiendo de inmediato el ingreso de nicotina con menta y relajación.
Mich salió por la pequeña rendija que había dejado abierta del ventanal y me miró suplicante una vez a mi lado.
Sonreí, dejando el cigarro delgado entre mis labios, y palmeé mi pierna derecha para que suba. Y lo hizo, comenzando a ronronear cuando se acurrucó en mi vientre, como si fuese a dormir.
Expulsé el humo despacio, cerrando los ojos y sosteniendo el cigarro entre mis dedos índice y medio izquierdos.
Abrí los ojos luego de dar otra calada y miré al despejado cielo mientras expulsaba el humo.
Mi piel se puso de gallina cuando una pequeña ráfaga de viento fresco, casi invernal, tocó mi cuerpo.
Coloqué mi pierna derecha sobre la izquierda, intentando darme calor, mientras que estiraba los puños del jersey enorme gris que Harry me había dado.
Miré hacia los techos de las casas y edificios que estaban frente a mí.
Me gusta este barrio. Es muy... Familiar. Es acogedor y, aunque no esté acostumbrada, me gusta ver que hay vida y que no estoy en medio de la ciudad. Comienzo a comprender a mamá.
Ella ama estar lejos del ajetreo que caracteriza a la ciudad, y por eso convenció a papá de comprar aquél pequeño bosque y trabajarlo hasta no necesitar casi nada de la ciudad. Ellos eran felices allí, y siempre se las arreglaban para reunir a la familia completa allí, ya que había lugar de sobra y ellos amaban a mis pequeños e hiperactivos primos.
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Virgin.[HS]
Fiksi PenggemarAquella chica era perfecta.. Aquella chica, mejor dicho mujer, era mucho para mí. Pero sin ella me puedo morir. Sé que ella merece más... Mucho más que yo. Un niño. Un "virgen". Historia en la que un inadaptado de padres cristianos se enamora de la...