- ¿Sabes por qué nunca vas a ser felíz? - Resonaron sus carcajadas por todo el lugar. No podía verlo, no podía ver nada pero sabía de quien era esa voz. Sin duda jamás olvidaría esa maldita voz.
- ¿Por qué? - No entendía porqué le seguía el juego pero considerando que a mí alrededor solo veo una profunda oscuridad, no veo otras alternativas.
- Porque siempre estaré en tí. Porque sabes que lo más profundo de tí nunca sanó, nunca me superó y nunca olvidará que si existí yo, existirán otros.
- Noooooo. Maldita sea no.
- ¿Qué pasa Lana? Ey, ¿Qué tienes?
- No sé, no sé - El llanto no me dejaba hablar y Felipe se veía aterrado.
- Ey, ven aquí cariño.
Me atrajo hacia él mientras yo me hacía un ovillo en sus brazos. Había una inmensa sensación de miedo dentro de mí y solo necesitaba de este abrazo pero esa voz no salía de mi cabeza.
- Deberías estar muerto.
- ¿Cómo? - Felipe se separó para verme mejor.
- ¿Qué has dicho Lana?Oh mierda. Creí que eso había sonado solo en mi cabeza.
- Nada. Solo hablaba de un recuerdo.
- Dijiste muerto y estás llorando.
- Si pero es que yo...
- ¿En qué demonios consistía tu pesadilla?
- ¿Cómo sabes que tuve una pesadilla? - Odio verme vulnerable ante alguien más.
- Te despertaste gritando y llorando Lana, es un poco obvio.
Disculpala, la pesadilla le mató algunas neuronas
Oye, claro que no.
Demuestra otra cosa entonces, querida.
Serás cabezota.
Jajaja cabezota dijo, fueron más neuronas de las que creí.
- Bueno si pero... No fue nada.
- Oye, si no quieres contarme, está bien. Pero no digas que no fue nada. Déjate ayudar de vez en cuando. No eres de hierro.
No pude evitarlo. Lo abracé y me aferré a él tanto como necesitaba. Lloré y él solo se limitó a dejar que me recueste y le llene de lágrimas la franela mientras me acariciaba el cabello despeinado.
Anoche como debe ser obvio para ustedes... Me quedé dormida en casa de Felipe.
Después de semejante noche, ya se imaginarán.
Todo iba bien hasta que cierta pesadilla me jugara una mala pasada.Creo que no necesito decir su nombre para que sepan quién fue el maldito responsable de esa voz ¿Cierto?
Tal vez suponían que mi ex era algo del pasado porque no fue tan nombrado pero la verdad es que va siendo hora de contarles algunas cosas que omití al principio.
No me culpen, si estuvieran en mi posición tampoco querrían hablar de eso.Empecemos con la pesadilla. Si, supones bien amigo lector. Esa no es la primera, de donde salió, vienen muchas más que me atormentan continuamente.
En unas temporadas más que en otras. Aprendí a vivir con ellas de hecho.
Es algo que siempre me hizo sentir rota de alguna manera. Creí que no podría ser feliz jamás. Es uno de mis más grandes miedos.
Así que si, sé que esas pesadillas son producto de mi cabeza. De mis más oscuros secretos, de mis tormentos mentales que se hacen presentes en las noches mientras duermo para recordarme que siguen allí.