- Señor - Susan entra en mi oficina con una expresión extraña. - Solicitan a todos los socios y a la señorita Oliveira en recepción.
- ¿Quién nos solicita Susan?
- Es importante señor, solo venga. - La fascie de Susan me hace tener un mal presentimiento pero se retira sin más.
Que extraño. No hay nadie que sepamos que pueda solicitarnos a todos precisamente y en todo caso... ¿Qué tiene que ver Lana?
Sin chistar hago la convocatoria a los demás, incluida Lana y nos dirigimos a recepción.
Al llegar mi expresión cambia radicalmente por lo que veo.
- Buenos días. Se solicita la aprención de Lana Oliveira, Felipe Ferreira, Martin Vieira, James Rodrígues y Joseph Ribeiro - Lee nuestros nombres de una libreta. - Necesito que me acompañen a delegación.
Todo pasó muy rápido, uno de los oficiales tiró de la muñeca de Lana para esposarla y mis alertas se activaron.
- Suéltela - Le dí un empujón que lo hizo soltarla de golpe y la protegi detrás de mi.
- Un momento, al menos expliquennos el porqué del arresto.
- ¿Quién es usted? - El oficial me ve con desconfianza y noto que su mano derecha está puesta encima de su cinturón, donde lleva el arma.
- Yo soy Felipe Ferreira, inversionista de la empresa.
- Señor Ferreira, yo soy el detective Duarte y hemos recibido varias denuncias hacia la empresa y hacia ustedes por el envenenamiento de uno de sus más recientes vinos que ha intoxicado a una gran parte de la ciudad y que para su suerte, aún no ha salido fuera de esta...
Una de las víctimas, está ahora mismo en el hospital, tratando de seguir con vida.
Fue como si cada palabra se repitiera en bucle en mi cabeza.
¡¿Qué demonios estaba pasando?!
«Envenenamiento»
James comenzó a dialogar con el oficial y no me enteré de nada. Estaba aturdido y no fue hasta que me sujetaron de las muñecas que reaccioné.
- Por favor, está bien. Los acompañamos pero no veo la necesidad de las esposas. Al menos no a la señorita, por favor.
El oficial me vió durante unos segundos como dudando si hacerlo o no hasta que por fin le pidió a Lana que camine pero sin esposas.
Ella también se veía aturdida, como si no entendiera como es que esto que nos habían dicho se trataba de nuestra empresa. Era imposible.
- Tienen derecho a un abogado. Si no tienen como pagarlo, el estado les proporcionará uno. También tienen derecho a una llamada.
Por el momento no es un arresto oficial, no hasta que se llene el papeleo y sean interrogados. Todo lo que digan puede y será usado en su contra así que les aconsejo, que digan solo la verdad.
A Lana y a mi nos metieron en autos diferentes y no pude hacer nada, lo único que ví fue como nuestras miradas se cruzaron siendo llevados por distintos oficiales y el miedo y las interrogantes en sus ojos hasta que rompimos el contacto visual cuando nos metieron en los autos policiales.
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Todo esto parece una pesadilla. Sigo sin entender nada. Necesito explicaciones con lógica porque esto no tiene sentido.
Ya pasaron varias horas y aún no sé nada, estoy solo en una celda y nadie me da información sobre Lana o los demás.
⋆★⋆ Lana
¡Ocho horas antes del arresto!
- Hola, ¡buenos días mamá! Hace un día precioso y quise llamarlos para ver como iba todo.
