Entre sombras y recuerdos (Naruto Fanfic)

3

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Sakura está sin palabras, me mira con mucho asombro. Entiendo que varias cosas están pasando como para que pueda asimilarlas al mismo tiempo que yo. Me gustaría decir que su reacción fue lenta, pero la verdad es que ni siquiera reaccionó. Supongo que está acostumbrada a que su sensei y compañeros la salven.
Una vez que ya no hay más fuego que nos dañe, deshago el escudo y absorbo el chakra que saqué de mi cuerpo. Noto que algo de las llamas rebotó y se está consumiendo en la distancia, lo mantendré en mente por si es necesario intervenir después.
Suelto a Sakura mientras veo al pelinegro directo a los ojos. Tiene una mirada fría, completamente diferente a lo que recordaba... Solo me observa, pero no siento que esté viéndome a mí, soy como una extraña para él. El otro muchacho por fin llega al lugar donde estamos.

—¡Sakura! ¿Estás bien? —pregunta muy preocupado apretando los puños a la altura de su pecho.

—¿Qué demonios te pasa, Sasuke? —se queja la chica— Estábamos entrenando.

Yo sigo viendo sus ojos negros que recorren todo mi cuerpo sin detenerse en los míos en ningún momento, son distantes, vacíos. El sentimiento que despiertan en mí es bastante inquietante.

—Entrenando, ¿eh? —dice finalmente después de terminar de observarme— ¿Quién es tu nueva amiga?

En ese momento Sakura se da cuenta de que no sabe mi nombre y se da vuelta. Camina hacia atrás con precaución, con una mirada preocupada, como si se hubiese asustado de repente. No fue mi intención hacerla sentir así, me arrepiento de no haberle dicho quién soy.

—No quiero tener problemas —digo—, solamente la estaba ayudando. Ya que no recibe mucha ayuda por parte de sus compañeros...

—¿Qué quieres decir? —pregunta el muchacho de melena dorada.

Bufo.

—No les interesa entrenar con ella. No les preocupa que ella mejore sus habilidades —digo pasando los ojos del rubio a Sasuke—. Sólo piensan en ustedes, ¿y se creen un equipo?

No sé en que momento esto se transformó en una clase, pero noto que el muchacho de ojos azules está reflexionando sobre lo que dije. Hacen silencio unos segundos y yo aprovecho este tiempo para observar a Sasuke, ha cambiado mucho, es más alto y más fuerte sin duda. Pero otra cosa es diferente, siento su chakra muy oscuro, tiene mucho odio en su interior.

—¿Quién eres? —pregunta muy serio— ¿Esto es algún tipo de Genjutsu? ¿Una broma de mal gusto?

Los otros dos se sorprenden ante tales interrogantes, se miran entre ellos y a nosotros con mucha curiosidad que exige ser saciada.
No puedo creer lo que está preguntando, yo podría reconocerlo en cualquier lugar y a cualquier distancia, y él, aún teniéndome en frente, pregunta quién soy.

—¿Sasuke? —habla Sakura— ¿Conoces a esta chica?

Él no responde, simplemente me mira y se cruza de brazos, esperando una respuesta por mi parte. Sonrío, su terquedad sigue intacta al menos.

—No es un Genjutsu —digo acercándome a él—, tampoco se trata de un Jutsu de Transformación y te aseguro que no es una broma.

—Aléjate —exige muy molesto mientras da un paso hacia atrás y separa sus brazos, preparándose para una pelea.

Esa actitud me molesta un poco, así que quito la sonrisa de mi rostro. Comprendo que no me creerá hasta que se lo demuestre, asi que mientras sigo acercándome le muestro mis ojos llenos de chakra rosa, y por consiguiente, algo de mi energía comienza a manifestarse a mi alrededor.

Le cuesta unos segundos asimilar lo que está viendo, está muy confundido y hasta podría decir que asustado. Ya no trata de alejarse, espera pacientemente a que llegue hasta él, extiendo mi mano y antes de que él la tome, el muchacho rubio comienza a atacarme con lo que parecen ser todas sus fuerzas. Esto hace que me aleje y comience a esquivar cada uno de sus golpes.

—¡Naruto, detente! —grita Sakura.

Sasuke, por otra parte, sigue en shock. Naruto está furioso. Quiere proteger a su equipo, lo sé. Pero es tan impulsivo... Siento algo muy poderoso en él, algo que no sentía desde hace mucho tiempo. Puedo bloquear y esquivar sus ataques mientras pienso en cómo hacer que se detenga. Kakashi aparece justo a tiempo y levanta al chico en el aire sosteniendo solo uno de sus tobillos.

—¡Kakashi Sensei, qué hace! —grita mientras se mueve desesperadamente intentado liberarse.

Con que sensei, ¿eh?

—Cálmate, Naruto —ordena Kakashi—. De todas formas no tienes oportunidad contra ella.

—No me importa, es peligrosa. ¡Lo sé! ¡De veras!

Sasuke se acomoda a mi lado, aunque no me mira. Solo ve la escena que ha montado Naruto sin mostrar emociones en su rostro.

—No. Lo que sientes es un chakra sumamente fuerte.

Dejo de emanar chakra solo para que se calme y no tarda mucho en hacerlo. Me mira extrañado. Me giro para ver como sigue el fuego, parece que se está apagando, puedo quedarme tranquila. Vuelvo la vista a los chicos.

—Kakashi sensei —dice Sakura acercándose a nosotros—, ¿quién es ella? ¿Qué está pasando?

Kakashi suspira y suelta a Naruto, quién cae quedando con su espalda pegada al piso. Le extiendo la mano para ayudarlo a ponerse de pie, pero la aparta de un golpe. Se levanta, se aleja de mí muy molesto y permanece pegado a Sakura.

—Lo que tienen que saber es que Katsumi será parte de nuestro equipo.

Lo veo algo confundida. ¿Eso significa que puedo quedarme? Sasuke sonríe. Kakashi da unos pasos hacia donde está mi bolso y lo carga.

—¿No se supone que los equipos se forman de tres estudiantes y su sensei?

Kakashi lleva una mano detrás de su cabeza y comienza a caminar en mi dirección.

—Bueno, lo que pasa, Sakura, es que ella no es estudiante —la chica y el rubio se sorprenden—. Será solo apoyo para nuestras misiones y en los entrenamientos, les recomiendo que aprovechen eso último...

Agacho la mirada con algo de pena, lo que Kakashi dice es verdad, hasta un punto. Ya no soy estudiante de Konoha, me gradué de la academia a los siete y aprobé los exámenes Chunin a los nueve, pero aún tengo mucho que aprender.

—Pero, sensei —intenta quejarse Naruto.

—Mañana será otro día —lo interrumpe mi padrino.

Puedo ver la decepción en su rostro. Aunque hay algo que me intriga de él, su chakra es tan cálido, tan puro...

—Katsumi... —me llama una voz desconocida.

Veo rápidamente a los demás, nadie más parece haberla oído. Kakashi pone una mano en mi hombro, notando que estoy algo distraída.

—En marcha —me dice y dirige su vista al resto—. Mañana comienza nuestro verdadero entrenamiento, descansen ahora que pueden.

Se ríe de una forma juguetona, arrojo el kunai cerca de Sasuke antes de que ambos nos esfumemos y dejemos a los chicos con cientos de preguntas.