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La batalla termina al fin. Cuando el último de los ninjas cae, Katsumi y Kakashi deshacen el Jutsu de Transformación, cosa que me alegra porque ya me resultaba alarmante no ver su figura.
Los señores hacen el intento de escapar nuevamente, esta vez pasando por encima de Sakura, pero Kakashi se mueve muy rápido para aparecer delante de la chica de cabello rosa. Sonrío y vuelvo la vista a Katsumi, está acercándose. Me sorprende que haya logrado moverse, usar el jutsu por tanto tiempo y luchar en su condición, ese pensamiento se borra cuando veo su rostro. Está pálida y parece que va a desmayarse en cualquier segundo.

—¿Estás bien? —le pregunto tocando su brazo.

—Sí... Me alegra que se haya terminado.

Sacamos a las chicas. Los repugnantes señores y el líder del pueblo también irán con nosotros.
La caminata no se nos hace larga. Nuestro sensei ya había enviado una paloma mensajera a la aldea, y para cuando llegamos, varios ninja de la Hoja se encuentran ahí, listos para llevarse a los malos.
Un ninja médico examina a las chicas, ninguna ha resultado herida.
Luego de unos segundos de estar observando, se acerca a Katsumi.

—¿Puedo?

Ella se encuentra a mi lado, no entendemos a qué se refiere hasta que seguimos los ojos de este ninja y vemos que su herida volvió a sangrar.

—Maldición.

El chico sonríe y le extiende la mano para guiarla. Se acercan hacia la mesa donde está todo el equipo médico.
Yo no me acerco, pero tampoco me marcho de mi posición. Escucho que el muchacho se sorprende de que Katsumi haya desarrollado esa técnica de curación sin haber recibido ningun tipo de entrenamiento. Le da unos consejos para la próxima junto con algo que la ayudará con para eliminar el veneno de su cuerpo. Naruto se acerca a mi lado.

—Estará bien.

—Lo sé —digo un poco seco.

Katsumi levanta su camiseta para que el ninja médico pueda vendarla. Se sonroja al notar que sigo viéndola. Sonrío y aparto la mirada.
Luego de unos minutos, Kakashi nos hace una seña para que todo el grupo se reúna.

—Todas las chicas desaparecidas han regresado a sus hogares. Felicitaciones, equipo.

Katsumi sonríe muy aliviada. Sakura y Naruto festejan a mi lado. Nuestro sensei mira a la muchacha de largo cabello rubio.

—¿Todo en orden?

—Quiero irme cuanto antes —susurra.

—Partiremos mañana —dice Kakashi mientras pone una mano en su cabeza y la despeina—, cuando todo ese veneno desaparezca.

Ella asiente, sabe que es lo correcto. Escuché que el ninja médico le dijo a Kakashi que Katsumi ni siquiera debería poder estar despierta. Nos despedimos y abandonamos el pequeño campamento que habían montado. De camino a nuestro lugar de hospedaje surge una pregunta de Naruto que rompe el silencio.

—Katsumi, ¿por qué tomaste esta misión tan personal?

Ella suspira, pienso que no responderá, pero habla con mucho dolor en su voz.

—¿Recuerdas que tuve que dejar la Aldea de la Arena?

—Sí...

—No fue por voluntad propia. En realidad el Kazekage me entregó como si no valiera nada, como si solo se sacara un peso de encima. Nadie luchó por protegerme.

Sakura no se preocupa por ocultar su expresión de lástima. Pienso que Katsumi se molestaría, pero por suerte no puede verla.
Naruto no responde, se detiene delante de ella y la carga con naturalidad, como si lo hubiese hecho un millón de veces antes.

—Tus piernas están temblorosas —dice mientras sigue caminando a nuestro lado.

Katsumi se relaja en sus brazos y suspira antes de responder.

—Es el veneno.

Sakura mira la escena con curiosidad, como yo, aunque a Kakashi parece no importarle.

—Te mereces descansar.

Pongo mis manos en los bolsillos de mi pantalón y me encojo de hombros. Al acercarnos a la casa vemos mucha luz, todas las chicas que fueron rescatadas y sus familias nos estaban esperando con velas encendidas. Es una bella forma de agradecernos, veo a Katsumi en los brazos de Naruto, es una lástima que ya esté dormida y no pueda ver esto, sin duda se hubiese emocionado.
Nos despedimos de todos y entramos en silencio. Naruto lleva a Katsumi a su cama. Entro después de él, seguido por Kakashi sensei, que se acerca a ella y toca su frente para asegurarse que no levante temperatura.
Sakura nos mira desde el marco de la puerta.

—¿Puedo dormir aquí? —pregunta un poco tímida.

Kakashi la ve y pone sus manos en la cadera.

—Supongo que los chicos pueden moverse...

—No —interrumpe—. No quiero estar sola.

Naruto y yo la miramos, un poco confundidos. Kakashi finalmente asiente. Aunque no puedo estar en sus zapatos, entiendo lo que pasa, esta misión fue algo fuerte para ella.

Entre sombras y recuerdos (Naruto Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora