Entre sombras y recuerdos (Naruto Fanfic)

8

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Si hubiese llegado tan solo un minuto más tarde, hubiesen obtenido control de su cuerpo y quién sabe que hubiese pasado después.
Esto no es una batalla, Katsumi no los estaba atacando. Son tres contra una, y aunque ella pudo haberlos derrotado fácilmente, ni siquiera se defendió.
Nada de esto es justo, nada está bien.
Dirijo mi mirada a Shikamaru, espero poder hacerlo entrar en razón. Su rostro se ilumina, literalmente. Me giro nuevamente buscando esa fuente de luz y veo una gran cantidad de chakra que se desprende de Katsumi. No tuvo que hacer ninguna posición de manos, la energía simplemente brota de su cuerpo, y es tan brillante que hace que la sombra desaparezca y pueda liberarse del jutsu.

—¿Qué está pasando? —pregunta Shikamaru.

Los cuatro tenemos que cubrir nuestros rostros por un momento. Me inquieto porque tengo un mal presentimiento sobre ese chakra, parece malvado.
El brillo desaparece poco a poco. Me relajo al saber que Ino ya no es un problema, no intentará hacer ese jutsu sin asegurarse de que su objetivo no puede moverse.
Corro a socorrer a Katsumi que pierde la conciencia al expulsar y absorber nuevamente esa cantidad de chakra. Coloco mis brazos detrás de su espalda y piernas y espero a que caiga para poder cargarla. Está pálida.

—Se liberó de mi jutsu —dice Shikamaru sorprendido.

—¿Cómo es posible? —pregunta Ino.

Los miro con odio. No puedo creer que solo se preocupen por eso y no por el hecho de que atacaron a alguien de su misma aldea.

—Escuchen, idiotas —les digo.

Ino se sobresalta y voltea a verme un poco asustada mientras que los chicos muestran una gran indiferencia.

—Katsumi es parte de la aldea ahora. Si vuelven a atacarla, se las verán conmigo.

Los tres se miran entre ellos, quizás no creen en mi palabra. Como si estuviese planeado, Asuma Sarutobi llega caminando muy tranquilo. Suspira al ver la escena y darse cuenta de lo que está pasando.

—Sasuke —me dice—, cálmate. Yo me encargo.

Veo como se lleva a sus estudiantes. Soy consciente de cierta calidez cerca de mi estómago. Bajo la vista y me encuentro con una gran incógnita. Los brazos de Katsumi están repletos de sellos, y su cuerpo se siente caliente. Escucho quejas de parte de los estudiantes de Asuma a la distancia, supongo que no lo sabían, pero no quiero pensar en eso ahora, todos mis sentidos se centran en la persona que sostengo en brazos, se ve tan tranquila, tan calmada.
Observo sus largas pestañas, su nariz y sus labios. Arruga la cara, está volviendo en sí. Abre los ojos, éstos tardan unos segundos en encontrarse con los míos.

—¿Sasuke?

Ese color gris se siente perdido, lejano, es algo inquietante. Camino fuera de la calle y la dejo sobre un banco que se encuentra oportunamente cerca. Me siento a su lado.

—¿Recuerdas lo que pasó?

Ella asiente despacio, tiene la mirada perdida. De repente se sobresalta y mira sus brazos. Se encoge de hombros.

—¿Quieres hablar de esto?

—No —responde mientras se pone de pie—. Debo buscar algo para cubrirme.

Entiendo que no quiere que los demás la vean así, quizás no quería que nadie la viese así. Es cierto que me genera curiosidad, pero no puedo obligarla a decirme de qué se trata si ella no quiere. Veo como se aleja unos pasos y, siguiendo un impulso, salgo del banco.

—Espera —le digo.

Voltea a verme con una mirada seria.

—Ten —le digo sosteniendo un abrigo que le ayudará a cubrir sus brazos.