Entre sombras y recuerdos (Naruto Fanfic)

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La carreta se mueve mucho, pasamos por un camino rocoso, seguramente estamos yendo por el sendero de la montaña, esto confirma mi sospecha de que las mantienen cerca del pueblo. Tengo los ojos vendados y la manos atadas detrás de la espalda. Los llantos a mi alrededor no dejan que me concentre.

—¿Cuántas son? —pregunto despacio.

—Soy Kim —dice alguien a mi derecha.

—Yo Lea.

Somos tres. Las personas que me secuestraron eran ninja muy habilidosos. Solamente había dos en el bosque, pero definitivamente habrá más donde estamos yendo.
Esperar es una completa tortura para mí, pienso que quizás podría derrotarlos o escapar con ellas. Pero no, no debo rescatar a estas dos, debo ser paciente y llegar al lugar, solo así sabremos la ubicación exacta y podremos rescatar a todas. Solo espero que no sea demasiado tarde.

—Mantengan la calma —digo—. Vendrán a buscarnos.

Sigo escuchando sollozos hasta que la carreta se detiene y todas cerramos la boca. Concentro chakra en mis oídos para escuchar lo que está pasando afuera, aún así es difícil ya que hay varias telas que cubren el pequeño espacio en el que estamos. Agudizo mi sentido hasta que la voz se vuelve clara.

—... tres más —dice a lo lejos a una voz masculina, un poco ronca.

Oigo pasos y armas que chocan contra el suelo.

—¿Edades?

Esa voz me resulta inquietante, es de una persona anciana.

—Tal vez quince.

Siento cuatro personas caminando, la voz del más viejo no se mueve, asumo que el debe permanecer sentado. No escucho caballos así que deben mover la carreta ellos mismos, quizás con algún jutsu especial que les permita moverse rápido y no cansarse.

—¿Cuándo piensa pagar, anciano?

Risa y tos. El ambiente se vuelve denso.

—Paciencia. Mañana por la noche será la primera venta.

Escucho ruidos muy cerca que me aturden, están moviendo las telas, tambien siento que suben.
Nos toman por los brazos y nos llevan, con los ojos aún vendados, por un lugar con varios pasillos. No son cuidadosos en lo absoluto, escucho como las chicas se quejan y también me chocan con una de las paredes.
Izquierda, izquierda, derecha, izquierda. Esto parece un laberinto.
Nos detenemos. Siento un chakra poderoso cerca de mí y también soy consciente del sonido de rocas chocando a mi alrededor.
Me arrojan hacia adelante, cortan la cuerda que amarra mis manos pero dejan que me quite la venda de los ojos.
Veo a varias chicas delante de mí, están aterradas. Hay algunos faroles cerca, pero ninguna otra fuente de luz. Las mantienen dentro de una habitación escondida dentro de la cueva. La observo con atención, está muy bien diseñada, parece que fue hecha por un jutsu estilo Roca.
Giro despacio y veo a dos ninja desaparecer detrás de unas piedras que se mueven para sellar la salida.
Una vez que se marchan, me concentro en las chicas, todas son menores de dieciocho años, sin duda.

—¿Qué sucede aquí?

Silencio. Todas están muy tristes y asustadas.

—Solo sabemos que hace unas noches se llevaron a cinco —responde una con la mirada perdida—, nunca volvieron.

El estómago se me revuelve cuando recuerdo escucharlos hablar de una venta. Las intercambian por dinero, las venden como si fueran objetos, quien sabe con qué horribles fines. Siento un dolor en el pecho al darme cuenta de que no se trata de ellas solamente, ahora es sobre nosotras, yo también estoy aquí.
Me acerco al suelo y apoyo las manos sobre él, enviando chakra a todas las direcciones que puedo.