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Sakura ha estado extraña desde que partimos, algo le preocupa. Naruto está ansioso, deseoso por llegar al lugar y comenzar a investigar de verdad. Veo a Sasuke, está serio, mantiene su vista fija al frente, me gustaría preguntarle si ocurre algo, pero la emoción del rubio no me deja. Da saltos de a ratos, ríe, es una actitud algo extraña para mí, pero el resto parece no notarlo, o quizás ya están acostumbrados.

—¿No te molesta perder tiempo de entrenamiento? —le pregunto.

—Al contrario —responde—. Si estos enemigos son poderosos, me haré más fuerte cuando los derrote.

Sonrío. Se parece a mí sin duda, es muy optimista. Mi sonrisa se desvanece, me detengo en seco y un impulso me hace detenerme y voltear hacia atrás, aunque al principio no sé qué es.

—Kakashi.

—Sí, también lo sentí —dice luego de detenerse.

Nuestro intercambio de palabras hace que los otros tres nos presten atención. Finalmente reconozco que alguien transita el mismo camino que nosotros.

—¿Qué tan cerca?

Decidida a responder la interrogante de mi padrino, me arrodillo, hago una posición de manos y seguidamente las apoyo en el suelo al mismo tiempo que cierro los ojos para tener una mayor concentración. Extender parte de mi chakra sobre la tierra me permite sentir hasta las vibraciones más pequeñas.

—¿Qué está pasando? —pregunta Naruto.

—Alguien viene —le presponde Sasuke.

Me mente viaja por el terreno a gran velocidad, así que no puedo permitirme explicarle a mis compañeros lo que está pasando. Los encontré.

—400 metros —digo mientras me incorpor—-. Quizás más, pero se mueven rápido.

—¿Número?

—No lo sé con seguridad. Pero apostaría que hay más de tres personas.

Sentí un solo punto de movimiento, era sumamente pesado así que deben estar muy juntos, de esa forma me es imposible identificar cuántos individuos son.

—En marcha —ordena Kakashi—. Ustedes irán delante, Katsumi y yo iremos detrás. Abran bien los ojos.

Salimos del sendero para movernos por los árboles. No dejo de pensar que están cerca, demasiado cerca. El pensamiento estúpido de que quieren atraparme hace que mi corazón lata más rápido de lo normal. No puedo creer que mi mente me juegue tan mala pasada. Me pregunto si de verdad estoy preparada para este tipo de misiones.

—¿Quiénes crees que sean? —pregunto a mi padrino que no deja de mirarme.

—No lo sé, pero no quiero que interfieran con nuestra misión.

Llegamos al pueblo mucho antes de lo planeado. Consigo calmarme cuando el lider de la familia principal nos recibe. Es un hombre de unos 50 años, pelo canoso y mirada triste. Sasuke camina a mi lado, sabe que no me encuentro del todo bien.

—Ya no dormimos, ya no comemos. Vivimos continuamente preocupados.

Kakashi voltea a verme, intento no parecer una niña asustada, supongo que mi actuación es bastante convincente porque deja de mirarme para continuar hablando con aquel señor.
Pasamos cerca de una construcción pequeña, la puerta abierta nos permite escuchar a una mujer llorando, completamente destrozada.

—Se llevaron a su hija hace unos días.

—¿Solamente se han llevado chicas?

Noto que Sakura está un poco preocupada, quizás ya sabe porqué nos enviaron a nosotros, pero no tengo tiempo de animarla. El amable señor asiente a su pregunta y nos lleva a una pequeña casa en el centro del pueblo.
Luego de dejar mis cosas en la habitación destinada a las chicas, comienzo a repartiles algo de comida que traje de la aldea, no pudimos detenernos a comer en el viaje, y no quiero que nadie esté débil.
Nos sentamos alrededor de una mesa.

Entre sombras y recuerdos (Naruto Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora