Entre sombras y recuerdos (Naruto Fanfic)

23

○

Llegamos al pie de las montañas sin otro imprevisto, encontramos una cueva lo suficientemente grande para los cuatro. Sasuke enciende una pequeña fogata con una bola de fuego para facilitarnos ver. Todos sacamos lo que nos sobró del mediodía para poder cenar, lo que no es mucho a decir verdad. No tengo hambre así que solo me limito a comer una manzana y algunas fresas para tener energía.

—¿Cómo te sientes?

Sonrío ante la pregunta del rubio. Lo miro con ternura y veo que se acerca a nosotros. Es muy buen amigo. Es muy difícil pensar que las personas hayan sido tan malas con él por algo que ni siquiera fue su culpa.

—Mejor —respondo.

Sasuke le extiende algo de comida a Naruto y este agradece con una sonrisa antes de sentarse a su lado. Sakura deja salir una carcajada. Mi expresión de no saber qué sucede hace que hable.

—Recordaba una vez que ayudamos a construir un puente. Naruto y Sasuke estaban tan concentrados en competir contra el otro...

Dirijo mi mirada a ambos y levanto una ceja. Sasuke se sonroja un poco y se encoge de hombros, Naruto simplemente sonríe y parece no molestarle que Sakura traiga ese tema al presente.

—¿Qué con eso, Sakura?

—Es solo que... después de tantas peleas, es agradable ver como se llevan cada día mejor.

Sonrío.

—Sí, bueno. Katsumi tiene bastante que ver —agrega el joven Uzumaki como si no recordara que estoy aquí.

—¿Disculpa?

Naruto se asusta un segundo, pero de inmediato vuelve a mostrar su expresión tranquila para continuar con el relato.

—Solíamos competir para saber quién de los dos era el más fuerte, de veras —dice—. Y ahora, contigo aquí... Bueno, ya sabes.

Asiento. Sea cual sea la razón, me alegra que se lleven bien. Veo como Sakura bosteza y refriega uno de sus ojos verdes. Saco mi bolsa de dormir de la mochila y se la entrego.

—Descansen, yo haré guardia.

No sería necesario a decir verdad, sólo quiero estar sola por unas horas con mis pensamientos. Veo que Sasuke saca una bolsa similar a la mía y la extiende en el suelo. Me mira serio.

—Te haré compañía.

Dudo, pero él está muy decido, no me gustaría empezar una discusión con los demás chicos de por medio.

—Bien, solo por un rato.

La fogata de a poco se apaga, escucho como el Uchiha le dice, de mala gana, a Naruto que puede usar su bolsa de dormir y luego me sigue unos metros fuera de la cueva. Nos sentamos cerca del otro, aunque no pegados. Apoyo mis manos en el suelo delante de mis piernas y envío chakra al suelo.

—¿Algo raro?

Niego, todo parece tranquilo. Me recuesto contra una gran roca que está detrás de nosotros, con mis manos a los lados aún tocando el suelo.

—Creo que lo haces bien —susurra.

Volteo a verlo y sonrío. La luz de la luna me permite ver su rostro serio, frío y distante. Ni siquiera está viéndome.

—Solía hacer esto seguido —digo cuando dejo de verlo—. Observar la luna y las estrellas.

—¿Sí? —pregunta recostandose sobre la misma roca y plantando sus ojos en el cielo.

—No era muy usual dormir donde estaba...

Siento su mano sobre la mía. Me sorprendo un poco, aunque no tanto como la primera vez.