Fanfic del anime "Naruto" (2002).
Ella tiene un pasado complicado y oscuro. Ha regresado a la aldea y sus memorias la atormentan constantemente. ¿Conseguirá encajar y dejar todas esas cosas que la perturban de lado para por fin ser feliz?
Una vez que llegamos a un lugar seguro, dejo caer la carreta. Doy unos pasos en la dirección contraria pensando si debería volver.
—Deberíamos esperar al resto —dice Naruto mientras ayuda a las chicas a bajar.
Miro la montaña, está lejos, si subimos de nuevo estaremos completamente agotados y seríamos una carga para los demás, no tiene sentido. Siento que mis brazos tiemblan, si bien la cantidad el chakra que Katsumi nos compartió ayudó bastante, no evitó que tuviese que usar mis propias fuerzas durante el último pedazo.
—Bien —respondo resignado.
Me giro y camino hasta él para tranquilizar a las chicas, aunque no soy bueno en eso. Escucho como Naruto les pregunta sus nombres, edades y demás cosas sin importancia, imagino que para que se relajen un poco.
—¿Realmente creen que estará bien?
Me sorprendo por la pregunta de una de ellas. Está sentada en el suelo, abrazando sus piernas con el rostro pegado a sus rodillas, tiene la mirada perdida. Naruto también se sorprende y me mira, esperando que responda. Respiro un par de veces y pienso.
—Siempre lo está —digo tranquilo.
Escucho pasos muy fuertes acercándose, me pongo de pie seguido por Naruto. Sacamos algunas armas y nos mantenemos alerta. Luego de unos segundos de extrema tensión, me tranquilizo cuando veo que se trata de Sakura.
—¡Sasuke! ¡Naruto! —grita al vernos.
Guardo mis armas. Detrás de ella está nuestro sensei con Katsumi en brazos, no lo pienso mucho y corro hacia ellos. Katsumi ya no tiene el arma clavada en su cuerpo y su ropa está rasgada, asumo que pudo curarse, pero lo que no entiendo es por qué está inconsciente. Las chicas también se ponen de pie pero no se animan a acercarse, están asustadas.
—¿Perdió mucha sangre? —pregunta Naruto sin moverse de su lugar.
Sakura niega con una expresión seria.
—El kunai tenía un potente fármaco. Ella permanecerá inconsciente unas cuantas horas, pero estará bien —nos cuenta Kakashi.
Me permito observarla unos segundos, se ve tan relajada, tan vulnerable. Es nuestra culpa que se encuentre en este estado, es mi culpa. Teníamos que derribar a un enemigo solamente, y no lo hicimos.
—Si tan sólo hubiésemos hecho bien nuestro trabajo —pienso en voz alta.
—Estará bien —me repite nuestro sensei.
Busco sus ojos, no me desaprueban, no me juzgan, no me miran como si fuese un inútil. Asiento. Él está tranquilo, así que no tengo que preocuparme. Kakashi se encarga de guiarnos hasta el poblado, camino a su lado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las chicas nos siguen, algunas sollozando, otras temblando de miedo, pero me animo a decir que están felices de haber salido de ese lugar. Al llegar al pueblo, cada una se dirige a su hogar no sin antes agradecernos.
