━━━━━━❛𝑬𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒐́𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒆𝒓 𝒕𝒖𝒚𝒐❜.
Historia de Uchiha Sasuke & Oc, tú.
⚠︎ Los personajes le pertenecen a Masashi
Kishimoto, a excepción de la protagonista y uno
que otro que aparecerán.
⚠︎ A Historia creada por...
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Ahí estaba él, había girado para quedar frente a la pequeña chica, que recién regresó de sus "vacaciones", pero que dentro de estas, tuvo una misión dada por su padre: pergaminos. Una vez entregado el papel, fue abierto y leído únicamente el título Kurama y sus 3 caras, para ser puesto en su posición original.
-Bien hecho, como esperaba de ti -felicitó el adulto, mientras movía el cabello lacio de la niña.
—No es nada.
Ambos se sentaron en el vacío comedor del departamento, la comida estaba recién hecha, caliente; él sabía a qué hora llegaría y se anticipó.
—¿Cómo te fue? Supe que participaste en los exámenes.
—He pasado todos, sólo faltó uno, el final.
La sopa de miso fue servida, junto a complementos como arroz y carne, mas ella prefirió primero comerse la sopa y si no quedaba saciada se comería lo otro.
—¿Probaste el ramen?
La de cabello rojo asintió frenéticamente al recordar el sabor del platillo, y no es que él cocinará mal, sino que el ramen tenía un toque especial que no había probado antes.
—Ichiraku ramen siempre fue un buen puesto —comentó recordando su pasado—. Yumeko, recuerda que no debes confiar en la gente de allí. El mundo es cruel.
—Pero... -musitó cabizbaja—, ahí hice dos amigos.
No era algo que le tomara de sorpresa al hombre, que paró de comer y la vio fijamente. Sus ojos negros y penetrantes observaron el rostro tímido de la pelirroja. Sabía de casi todo lo qué pasó en la aldea, pues aunque no la haya pisado, su informante estuvo al pendiente de lo que ocurría, informándole lo que creía necesario.
—Ese chico, el rubio, ¿cómo se llama? —interrogó lo que y sabía.
—Naruto.
Él asintió un tanto pensativo. —Bien. Pronto es tu cumpleaños, ¿qué pedirás? Podemos ir a donde tú quieras.
Los ojos azulados brillaron, haciéndolos ver más bellos de lo que ya eran.
—Vayamos a comer ramen, ¡juntos! Y luego vamos a ver las cascadas y hacemos una fogata y acampamos -dijo emocionada al planificar su cumpleaños.
El adulto sonrió y asentía. El mundo era malo, incluido él, su plan principal cambió en el momento que Yumeko apareció, su talón de Aquiles. Su debilidad y, aunque no lo admitiera, la nueva razón por la que buscaba un mundo "mejor".
—Toma -extendió su mano en el que sostenía un mapa—. Mañana regresas con tu equipo.
Terminando de comer, Yumeko se dirigió hasta su padre, que ahora veía lo que sucedía desde la ventana de abundante humedad. Ella lo abrazo de lado, recibiendo unas caricias sobre su larga cabellera.
