━━━━━━❛𝑬𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒐́𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒆𝒓 𝒕𝒖𝒚𝒐❜.
Historia de Uchiha Sasuke & Oc, tú.
⚠︎ Los personajes le pertenecen a Masashi
Kishimoto, a excepción de la protagonista y uno
que otro que aparecerán.
⚠︎ A Historia creada por...
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Yumeko
Gente del público comenzó a levantarse, trayendo gritos de susto a los demás, pues se habían convertido en bombas humanas.
—Déjenme a uno, no podré salvarlo, pero sí contener la explosión —ha pedido Yamato.
Liberé mis cadenas de diamantina para alejar a las personas cercanas a la bomba, mientras que hacía una técnica de madera para contener la explosión y los daños fueran menores.
—¡Yumeko!
Giré y sentí una cuchilla pasar encima de mi hombro. Con mi kunai, me pude alejar rápidamente, pues aquella cuchilla terminó explotando.
—¡Ah!
—¡Chino!
La mujer se encontraba frente a una de las bombas, una que no habíamos visto, Sasuke fue a su rescate, evitando que le pasara algo.
—¿Están bien? —me acerqué corriendo a ambos. Llegando al mismo tiempo que el grandulón.
—¡Estoy bien! —respondió mostrando sus brazos, cuando noté una herida.
—Déjame ayudarte —pedí y me acerqué a la mujer. Ella tenía una estatura baja, por lo que me agaché y comencé a aplicar ninjutsu médico.
—Wow, ¿eres doctora?
—No, tengo un conocimiento básico, es todo.
Mientras curaba su herida, era inevitable no observar que mi marca palpitaba. No quiero sospechar de ellos, pero cada que estamos cerca, la estrella brilla.
—Listo.
—Gracias, Yumeko-chan.
—¿Esas eran las bombas humanas que atacaron Konoha? —cuestionó Yamato, acercándose. —Son enemigos problemáticos.
Yamato se fue cuando Orochimaru se acercó.
—Parece que Oyashiro se fue. Es fácil imaginar que desapareció tras esta conmoción y más cuando no se llevó a su agente tras la interrupción. Así que se quedaron sin información sobre Fushin, creador de las bombas jumabas.
—Tks.
Un hombre vestido de traje se acercó al Sannin, susurrándole que Oyashiro pedía vernos. Orochimaru comunicó la información, y subimos a un cuarto lleno de objetos extravagantes.
—Hola soy En Oyashiro —se presentó un hombre rubio y de lentes. —Mucho gusto.
—¿De verdad es En Oyashiro?
—Sin duda alguna.
Nos extendió su mano para mostrar un saludo, siendo ignorado por Orochimaru y Sasuke.
—Mucho gusto —correspondí su saludo con una ligera sonrisa.
—¿Tantas ganas tienes de vernos que te muestras tan despreocupado? —preguntó mi maestro.
