Capítulo 10

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Pov Matthew
Mads y yo estamos en una sesión de besos hasta que escuchamos la puerta principal cerrarse y seguidamente la voz de Michele. Por inercia, me empuja y me tira de la cama, golpeándome el pie en el que tengo el esguince.

Matthew.- mierda.

Madelaine.- ¡perdón!

Se pone a mi lado y se abre la puerta. Se trata de Michele y viene a nosotros, preocupada. Me ayuda a levantarme y me apoyo de las muletas.

Michele.- ¿qué te ha pasado?

Matthew.- me he desequilibrado. No estoy muy acostumbrado a llevar muletas.

Michele.- tu madre está abajo. Cenáis aquí.

Matthew.- vale.

Michele.- ¿vais a bajar?

Madelaine.- sí, mamá. Voy a esperar a que a Matt se le pase un poco el dolor de la caída.

Michele.- está bien.

Besa la frente de su hija antes de marcharse. Deja la puerta abierta y Mads me mira.

Madelaine.- lo siento, Matt.

Matthew.- no te preocupes, Madsy.

Madelaine.- oye, el sábado hay un autocine, podíamos ir si te apetece.

Matthew.- claro, me encantaría.

Madelaine.- iremos en mi coche.

Matthew.- ¿tienes coche?

Madelaine.- sí, pero tengo un vecino con moto que me pone muy cachonda.

Matthew.- Mads...— ella se ríe—.

Madelaine.- tengo coche, pero no me gusta conducir mucho. Prefiero ser copiloto.

Matthew.- es entendible, me pasa a veces.

Madelaine.- te he invitado a una cita yo a ti, eh.

Matthew.- la siguiente me tocará a mí.

Madelaine.- deberíamos bajar.

Matthew.- sí, será lo mejor.

Beso breve sus labios y sonríe. Ya salimos de su cuarto para estar abajo con nuestras madres. Ellas están en el sofá y nosotros nos sentamos en uno de dos plazas. Mads me puso un cojín en la mesa para mantener mi pie en alto.

Michele.- ¿cómo vas con el esguince?

Matthew.- por la noche suele doler más, pero con el medicamento rebaja el dolor.

Michele.- por suerte tu madre es médica.

Karen.- es punto a favor para nosotros.

Michele.- ¿qué quieres ser, Matthew?

Matthew.- me encantaría ser jugador profesional en la NFL o estudiar radiología.

Madelaine.- debo admitir que Matt hizo una prueba espectacular para poder entrar.

Me quedo mirando a Mads con una sonrisa.

Matthew.- pero tengo miedo de que tenga que ir a la guerra para servir a Estados Unidos.

Karen.- no pasará eso, Matty.

Mads coloca su mano en mi muslo para brindarme apoyo y agradezco ese detalle.

Michele.- os quedaréis a cenar, ¿no?

Karen.- sí. Iremos a hacer la cena.

Las dos se van del salón para ir a la cocina y hacer la cena de hoy. Mads y yo nos quedamos a solas en el salón y nos miramos a los ojos.

El chico nuevo || Madelaine PetschDonde viven las historias. Descúbrelo ahora