«No somos iguales» | Bakugou Katsuki [EN EMISIÓN]

Capítulo 15: La planta se salió del papel.

A la mañana siguiente, Katsuki se estaba terminando de instalar en su habitación de la escuela, aprovechando que les habían dado el día libre para hacerlo. Mientras acomodaba su ropa en el armario, alguien llamó a su puerta, y cuando fue a abrir se encontró con Todoroki, vestido con un traje de tres piezas y sosteniendo un gran ramo de rosas anaranjadas.

-Hola, Bakugou. ¿Estás listo para nuestra cita? -preguntó con una enorme sonrisa, que no hizo nada para calmar el susto que se había pegado el rubio, pensando que lo venían a llevar al altar.

-¿Cita? ¿Entonces la florecita está saliendo con el príncipe en vez de la princesa? -Llegó la voz burlona de Shinso, quien tenía asignada la habitación de al lado para monitorearlo durante las noches. Un detalle que le llamó la atención fue que llevaba puesta SU chaqueta de cuero, una que había creído perdida entre sus cosas.

-¡Oye, estúpido! ¡Esa es mi chaqueta! -gruñó, agarrándolo por las solapas, apartando al pelirrojo.

-¿Sí? Pues ahora es mía. Tómala como un cobro por mi arduo trabajo de aguantarte. -Sonrió como un cabrón y diciendo-: Adiós, noviecitos -, volvió a encerrarse en su habitación.

Katsuki se apresuró a alcanzarlo, pero solo llegó a tiempo para pegarle un puñetazo a la puerta, que se cerró en su jodida nariz. Apretó los dientes del coraje, fulminando el cartel que decía "Shinso" como si así pudiera matar al dueño. Maldita la hora en que lo contrató.

Shoto observó el intercambio con mala cara, no solo por el robo a su compañero, sino porque habían interrumpido su momento romántico. Aun así, no estaba dispuesto a desanimarse en un día tan importante. Su padre no le había comprado este traje en vano.

-Tengo boletos para una película que acaba de salir, ¿vendrás conmigo, no? Me lo prometiste.

El rubio estaba muy seguro de que no había prometido una mierda, sino que había dicho una estupidez que este chico inocente, o muy idiota, se había tomado en serio. Y a pesar de saber que no tenía la obligación de hacerle caso, no pudo evitar suspirar ante los grandes ojos de cachorro que le estaban dando. Asintió muy a su pesar.

-¿En serio, mitad-mitad? ¿Mi novio es un zombi?

Shoto le sonrió con inocencia, entusiasmado de haber pillado una película de romance tan acorde a su situación. -Sí, creí que nos ayudaría a entendernos mejor. Aunque ese Jacob es muy violento cuando tiene hambre, a diferencia de ti, que eres el chico más dulce del mundo.

Katsuki sintió que toda su cara se contraía como si hubiera chupado un limón. ¿Él? ¿Dulce? Era muchas cosas, la mayoría ni siquiera eran moralmente correctas, ¿pero dulce? Ugh, la sola palabra le daba escalofríos de repelús.

-Estás equivocado. No soy dulce, sino una máquina de matar. Violento, fuerte y eficaz -dijo con seguridad, ignorando las miradas que le estaban dando un grupo de chicas al salir de la sala. Se estaban riendo tontamente, cuchicheando quién sabe qué mientras trataban de llamar su atención-. Además, ya te dije que no estoy enamorado de ti. Así que no me digas esas cosas.