Capítulo 56

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Love Walker.


Sangre en mis huesos.

Pasan de las dos de la mañana y todos están ebrios, hasta mi padre y mi madre. Sin embargo, ya son adultos responsables.

Me levanto cuando Vann dice que ya debe irse.

—Te quiero —la abrazo aún en traje de baño.

El frío comienza a pesar pero estoy a nada de largarme a dormir.

—Te quiero —acuna mi rostro y sus ojos se cristalizan—, nos vemos luego. Te viso cuando llegue.

Asiento dándole un beso en la mejilla. Ostin me abraza y carga unos segundos. Sé porque mira hacia atrás asustado pero ese loco me tiene con la ley del hielo así que...

—Cuídate, pequeña.

—Con cuidado.

Me despido con un último abrazo, y Elton sale disparo con Vann, le da un beso en la mejilla y se despiden. Ellos se marchan dejándonos a nosotros, y ya quiero descansar.

—Nosotros también nos vamos —dice mi padre—. Gracias por la cena y lo demás.

—Cuando guste —estrecha la mano con el dragón.

También con el Yakuza y se despide con la mirada de Rose y Cho.

Yo me voy a ellos que vienen hacia mí. Aún veo a Tayler que ya no tiene una gota de alcohol en la botella. Abrazo a mi padre ignorando la existencia de la mujer que dice ser mi madre.

—¿Estarás bien? —besa mi coronilla.

—¿Cuando no ha sido así? —sonrío separándome de él—. Te amo.

—Y yo a ti mi niña —vuelve a abrazarme quebrándome por dentro.

Respiro profundo tragándome las lágrimas. Mi madre pasa de largo cuando me separo de mi padre esperando que diga algo. Se marcha y mi padre me da la última sonrisa amarga pasando a través del patio hasta donde está su camioneta estacionada.

Le doy un último adiós con la mano y sonríe aventándome un beso.

Me acerco a los demás cuando los pierdo de vista.

—¿Podrías asegurarte de que lleguen bien? —le pregunto al mudo a mi izquierda cuando me siento.

Truena los dedos llamando la atención de Félix y Omar, pone su dedo índice y medio en sus ojos y señala en la dirección a mi padre.

Félix asiente y habla en la radio que tiene sobre su hombro.

—Bueno —el dragón se para al igual que el Yakuza—, yo debo dormir. Mi esposa no puede desvelarse.

—Estoy seguro de que nadie te pregunto —escupe el mudo.

Los miro avergonzada y elevan la ceja deseándome suerte. Se marchan las parejitas y busco a Elton pero no está. Y casualmente tampoco Ellie... «Dios»

—¿Estás bien? —trato de mirarlo a los ojos pero sigue cabizabajo.

—No.

—¿Quieres hablar conmigo? —trato de tocarlo y no me deja.

—No. —se levanta y lanza la botella.

—¿Hice algo mal? —me levanto temblorosa con un nudo extraño en la garganta.

—No importa.

—¡No parece no importar!

—No quiero hablar estupideces —me frena—. Vete a dormir.

𝓝𝓮𝓰𝓪𝓬𝓲ó𝓷 3(+21) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora