Capítulo 58

1.1K 78 66
                                    



Lovely Walker.

Rehén.

Los ojos me pesan y el dolor de cuello se vuelve desgarrador cuando trato de levantarme. Escucho a lo lejos una radio.

"Repito; los acuerdos de la jerarquía con la mafia iracunda de la pirámide a sido excomulgada. Objetivo principal. Tayler Aragon, alias el cazador. Se le vió por última vez en Vicarage Rd hacia Watford. Lleva como rehén a Lovely Walker, hija de Máximo Walker, héroe de guerrilla."

Trato de abrir los ojos y no puedo, sólo la guantera. La puerta se azota y entra apagando la radio.

—¿Adónde enviaste a Eliot? —escucho su voz.

Los ojos se me vuelven a cerrar. Vuelvo a abrirlos y no está en el auto, una vibración en mi muslo me hace reaccionar. «¿no estará en busca de sexo ahora o sí?»

Nuevamente lo escucho y me quita llevo mi mano al bolsillo de mis jeans, parpadeo mirando el nombre de Ellie.

—¡Love! —grita—. ¡Love!

Mis ojos se vuelven a cerrar. El pecho se me comprime y mil escenarios donde no debí hacer tal cosa me puede. Me maldigo a mí misma por creer que puedo hacerlo sola cuando tengo a mi bebé en peligro, y el hombre que trata de llevar a sabrá dios donde me matará si algo le llegue a pasar, porque pese a que es hijo del enemigo es su sobrino.

Y la vida me sigue demostrando que puedo estar una y otra vez en el suelo, no importa cuando me intente levantar.

Mi pecho duele, y retumba, mis ojos húmedos no pueden abrirse, estoy gritando y nadie me escucha, estoy corriendo y no avanzo. «¡Eliot!»

Caigo nuevamente en el abismo y las pesadillas se desatan.

—¿Vienes o voy?

La respiración se me rompe y lo veo cortando los rizos de mi bebé mientras estoy atada a una silla. No me puedo mover y apenas puedo respirar.

—¡Déjalo! —le grito—. ¡Deja a mi bebé!

Le apunta con una arma y el pecho se me abre mientras el aire se me va.

—Muerte a ti y a cualquiera que se haga llamar tu hijo.

El dolor es tanto asfixiandote como doloroso, un nudo en mi garganta y mis gritos de negación no los acata. El pecho me revienta, suelto mi mano derecha de la silla gritando y los ojos me pican. Mis piernas corren y el seguro se quita. El gatillo es oprimido y mis pulmones colapsan mandándome al infierno. Caigo con el dolor rasgándome los órganos.

—¡Eliot! —de un salto me despierto. Busco mi arma y apunto a lo que veo.

El pecho me revienta y busco pero no veo nada, no sé dónde estoy ni adónde voy.

—Hey —giro y apunto temblando.

—Tay... —me mira a los ojos y toma el arma—. Mi bebé... Eliot.

—Lo sé —me acaricia el rostro y de la nada los engranes del arma hacen erupción.

Lo último que veo es el cañón entre mi cejas, y un golpe reventándome la visión en lo que mi pecho revienta...

Un ardor en mi cuello me hace abrir los ojos, y toco mi frente encontrando nada. Me tiemblan las manos, no soy capaz de mirar sólo cubro mi rostro con las manos ahogándome en el llanto que quema mi garganta, el aire no me es suficiente no me sirve.

—Tranquilla —me habla y lo alejo.

El miedo me invade.

—Perdón —sollozo—. Creí que podría mantener a Eliot lejos.

𝓝𝓮𝓰𝓪𝓬𝓲ó𝓷 3(+21) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora