Capítulo 10

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Este capítulo fue muy difícil para mí, de antemano les pido estómago y que me perdonen si les hace sentir mal, esto iba a pasar y no hay manera de frenarlo.

No es una historia donde el protagonista se incline, es una historia cruda que te muestra el odio y rencor de un ser humano, es la cara de la realidad donde el malo no cambiará por ti, pero hará lo que sea por ti. Lovely ya vivió eso y no lo aprovechó, me siento triste por ella porque sólo es una niña.🖤🥀


Lovely Walker.


La fotografía.

Me doy una ducha de agua tibia para calmar mis nervios y termina siendo peor ya que lo primero que veo al bajar es entrar a la mujer esa al comedor. Acomodo mi vestido rosa palo que estaba en la cama y bajo hasta la cocina donde Odelia se encuentra dándole de comer a Eliot.

—¿Qué vamos a cenar? —pregunto pasando directo al bebé que está en su asiento—. Hola, dulzura.

Eliot manotea sacando su sopa de vegetales. «Ewww, ¿quieren matarlo?», pienso. Es que, ¿quién le da sopa de verduras a un bebé?

—Le puse la comida en el comedor, señorita —me mira confundida.

—Prefiero morir de hambre —le resto importancia.

—No creo que sea buena idea.

Es verdad pero no quiero verlo con ella otro segundo.

—Sólo déjame darle de comer el bello Eliot —le pido y me da el lugar en la barra para siga.

Me subo al taburete, le doy sopita mientras manotea y tenemos una batalla campal en la barra de comida regada. Acabo de darle de comer a Eliot ignorando las amenazas del hombre que seguramente le da de comer a su perra en la boca, o como los pájaros.

Me purga, se me va el apetito de imaginarlos.

—Termina...

—¿Quién mierda te crees para hacerme esperar? —entra furioso a la cocina y Eliot empieza a llorar.

Le indico a Odelia se que lo lleve y se apresura mientras yo me bajo del taburete. Me voy del lado contrario provocando que me acorrale.

—¡Te hice una pregunta! —me toma del cabello obligándome a verlo.

—Prefiero morirme de hambre que verte otro segundo con la puta que te compraste —lo empujo.

—¡No eres nadie para decirme a quién comprar o no! —me dice jalándome hacia el comedor—. ¡Te sientas y te tragas la comida!

—¡No! —trato de desacéreme de su agarre.

Me arde el antebrazo mientras me lleva a rastras, el cabello se me pega a la cara y noto lo bien que huele, trae el cinturón de armas haciéndole juego con el espíritu. Me toma de la cintura para abrir y me suelta abriéndome paso ante los invitados; Edward, Yukimura, Greta y él.

Camino de mala gana, los demás hombres se paran y me siento en mi silla, ellos me imitan. Al menos alguien me respeta. La tipa está de pie a su lado, y cuando toma asiento ella se sube como niña pequeña. «Bueno, es peor de lo que imaginé».

—Estaba muriendo de hambre —se queja Edward.

Miro al Yakuza y frunce el ceño llevando un poco de cerveza a su boca.

—Yo creí que de sobredosis.

Su oración sólo causa que me ahogue con el trago de vino que doy a mi copa.

—Estás muy animada —gruñe Edward.

—Es que me gustó la oración de Yukimura —le replico.

Me mira con repudio y enojo pero no hago caso y sigo la cena mientras la conversación con el Yakuza de hace interesante.

𝓝𝓮𝓰𝓪𝓬𝓲ó𝓷 3(+21) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora