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Salió de la ducha.
El vapor del agua caliente, había empañado al espejo. Se miró en el, aprovechando el momento para comprobar cuán grandes eran sus colmillos. Suspiró, no tan orgulloso.
Con una toalla pequeña, se secó el pelaje de la cabeza. Despeinándose en el proceso.

-Legoshi... No quiero ser una molestia o algo... -dijo, tocando la puerta con una voz temblorosa- ¡Pero, ya no puedo aguantar más!

Comprendiendo, Legoshi se aseguró que la toalla amarrada a su cadera, no tuviera posibilidades de caerse. Abrió la puerta, un poco encorvado para no golpearse con el marco. Sonrió a Jack, a modo de disculpa por demorarse.

-L-lo siento... -continuaba secando el pelaje de su cabeza- Ya puedes pasar -agregó, apartándose de la puerta-.

Jack entró sin demora al baño, más rápido que una bala.
A Legoshi, le pareció divertido.

Prosiguiendo, secó todo su pelaje con la toalla para luego vestirse.
Espero paciente, que Jack salga del baño sentado en la litera.
Jack salió, con una expresión de alivio y reconfortancia "Viejo... Ya no podía aguantar más..." Dijo con voz relajada.
Legoshi entró nuevamente al baño. Comenzó a peinarse, usando un peine específico para su especie. Fijándose en cada detalle, a través de su reflejo.

Jack extrañado, lo observó en silencio.
Era inusual, que Legoshi se de el tiempo de peinar su pelaje. Usualmente, lo secaba y dejaba que tome cualquier forma, pero en esta ocasión... ¡Estaba peinándose!
Intento pensar en una respuesta lógica: ¿Acudiría a algún evento formal? ¿Tendría una presentación teatral? O... ¡¿Tendría una cita?!
Jack no creía que fuera la última opción. Legoshi no había demostrado interés en alguna chica de la academia... Aunque, se rumoreaba que había sido visto con Haru, sin embargo, él era muchísimo más grande que ella. A menos, que Legoshi tenga gustos excéntricos...
Aun así, Jack dudaba que fuera Haru la cita de Legoshi.

-¿Quién es la afortunada? -se animó a preguntarle algo, después de pensar una pregunta que no fuera incómoda- ¿O... El afortunado?

Legoshi guardo silencio.
Dejó de arreglarse el pelaje. Quedándose inmóvil. Jack, gracias al espejo, pudo percatarse de cómo su compañero de cuarto se sonrojaba, observando con grandes ojos su propio reflejo. Creyendo haberlo incomodado, quiso disculparse, pero fue interrumpido antes de hacerlo.

-N-no hay nadie... -murmuró en voz baja, Legoshi- Ni afortunada o afortunado -agachó la cabeza, evitando que se siga contemplado su rostro ruborisado.

Jack continuó su plan, pidiéndole perdón por preguntarle ello. Argumento que le parecía muy extraño verlo peinarse, y que creyó que tendría una cita con alguien.
Legoshi aceptó sus disculpas, tomándose a broma su comentario.
En realidad, si tenía pensando encontrarse con alguien, sin tratarse de una cita.

Al llegar las ocho en punto, Legoshi fue al punto de encuentro que acordó.
Se lo notaba ansioso, quizás hasta nervioso. Se repetía a sí mismo: "Solo... No muestres los colmillos".
Perdido en sus pensamientos, chocó contra otro animal.
Sonrió visiblemente avergonzado. Extendió su mano, agachándose para poder ayudarlo a levantarse.

-¡L-lo lamento! -exclamó, entre volvía a su postura cotidiana- Fue mi culpa... Lo lamento, mucho...

-La próxima vez, fíjate por donde caminas -sacudiendo el polvo de su uniforme, Louis respondió, un poco enojado-.

Legoshi se excusó, diciendo que estaba pensando en la obra de teatro, especialmente en la utilería y los vestuarios.
Louis no le creyó. Fingió hacerlo.
Mientras decía su mentira, Legoshi se percató de la hora que marcaba el reloj de muñeca del venado que tenía en frente; estando tarde, volvió a disculparse por última vez, para luego correr apresurado.
Louis lo observó marcharse.

Entre corría, Legoshi se sonrojó al recordar lo bien que se veía Louis, con la camisa mal puesta, y el reloj plateado "Sus manos estaban calientes..." Pensó.
Sacudió su cabeza, intentando desaparecer esos pensamientos de su mente. Debía concentrarse en quién lo esperaba.

Al llegar al punto de encuentro, estaba agotado. Su corazón latía muy rápido, producto de la agitación y no paraba de jadear, intentando regularizar su respiración.
Miró a sus alrededores, buscándola.
Al no encontrarla, sintió como una leve decepción surgía ¿Se habría olvidado? ¿Acaso llegó tarde? Sacó su teléfono para comprobar la hora, solo se había retardado cinco minutos ¿Sería tiempo suficiente para que ella se marchara?
Respiró profundo.

A lo lejos, logro divisar dos siluetas.
Una era la de un conejo y la otra de otro animal que no lograba reconocer "¿Podría ser ella?" Se preguntó.
Camino lentamente, acercándose a las siluetas. No quería asustarlos.
Escuchó sus murmuraciones.
Efectivamente, se traba de una coneja y otro animal: Un gato.
Legoshi reconoció la voz femenina, diciendo: "¿Me necesitas otra vez? Mmm... Puedo ayudarte."
La luz del farol, convenientemente, permitió que Legoshi contemplará el beso entre ambos animales.

Con una decepción tan abrumadora, dio media vuelta.
No se encontraba triste, era otro el motivo de su expresión tan deprimida.
Ver a Haru besar al gato, le recordó que no era buena idea entrometerse entre ellos.

Amor Secreto|| Legoshi X LouisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora