Queriéndola,Sra,Manoban

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Desconocido: Eres un monstruo asqueroso.

Esta vez, el mensaje corto no fue como Lisa esperaba y no es como los demás que sólo están contentos con las amenazas de lastimar a Jennie.
Éste hizo que las cejas de Lisa se fruncieran en pura confusión.
Como no tenía ninguna relación con Jennie, Lisa decidió simplemente no prestar atención al mensaje y continuó preparándose para ir a la escuela.

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Una vez que entró por la enorme puerta de la escuela, no le tomó mucho tiempo sentir los muchos ojos puestos en ella.
Lisa caminó por el pasillo hacia su clase mientras los estudiante la miraba de forma extraña.

Algunas de las chicas la miraron con expresión seductora, mordiéndose los labios.
Sin embargo, la mayoría de ellos miraron a Lisa con cara de disgusto. Lisa estaba perpleja en ese mismo momento.
Lisa localizó a Jin y sus muchachos se burlaron de ella, e inmediatamente se dirigió a la clase.
En la clase, era exactamente igual que en el exterior: o miraban a Lisa con una mirada puramente asquerosa o se reían de ella.

Lisa comenzó a sentirse incómoda.

¿¿¿Qué está pasando???

Pronto, vio a sus amigos y a Minho.
¿Jisoo y Rosé miraron a Lisa con lo que ella pensó desconcertada y con simpatía?
Minho que estaba sentado al lado de Jennie enmascarando una expresión en blanco.
Mientras tanto, el rostro de Jennie estaba de un rojo intenso, una vez que sus ojos se encontraron, la chica sonrojada tan rápido como un rayo desvió la mirada y bajó la cabeza mientras jugueteaba con los dedos en su regazo.

—Hola Lisa, te envidio— Uno de los chicos empujó bruscamente a Lisa con el codo y le sonrió.

—Deberías enseñarme algunas de tus costumbres, si sabes lo que significa." Intercambió miradas con su amigo que se rieron divertidos mientras miraban su teléfono y luego miraron a Lisa, específicamente a su parte inferior.
La curiosidad finalmente incitó a Lisa a caminar rápidamente hacia el chico y luego le arrebató el teléfono.
Lo que vio fue como la peor pesadilla que se hizo realidad.
Le temblaban las manos incontrolablemente y su respiración se aceleraba.

Pronto, las lágrimas corrieron por sus mejillas mientras les arrojaba el teléfono y salía corriendo de la clase.
Sollozando con hipo en el medio, Lisa instantáneamente llamó a su padre para que la recogiera.

Todo lo que quería hacer en ese momento era encerrarse en su habitación durante todo el día.

Jennie nunca vio lágrimas salir de los ojos de Lisa... nunca.
Y eso fue suficiente para convencer a Jennie de perseguir a Lisa; le dolía el corazón por Lisa.

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Lisa estaba llorando en el camino de regreso a casa, los Manoban nunca habían visto a su querida hija llorar tanto desde la muerte de Niki.
Por muy herida que esté, nunca llora.
Seguían preguntándole qué había pasado en la escuela, pero Lisa se negó a responder.

Lisa enterró su rostro en la almohada, empapó la tela y no dejaba de preguntarle a Dios por qué nació así.
Ella nunca quiso nacer de esta manera, Lisa recordó la espantosa imagen.
Era una foto robada de ella duchándose en la escuela; estaba completamente desnuda en ese momento.

La imagen era clara, quienquiera que fuera testigo de la imagen podía verlo todo.
Lisa estaba extremadamente avergonzada de su cuerpo, cada vez que se encerraba en el espejo, no quería nada más que golpear el cristal para romperlo en millones de pedazos.
Se odiaba a sí misma, se sentía como un bicho raro.

—¡¡Lisa!! ¡Abre la puerta! ¡Déjame hablar contigo!—El golpe persistente era desesperado, era Jennie, seguía girando el pomo de la puerta.

Eso sólo hizo que Lisa hundiera su rostro más profundamente en la almohada y cubriera toda su figura con el grueso edredón.
Sobre todo se sentía avergonzada hacia Jennie, ¿qué diría Jennie? ¿Le daria asco? ¿Ella también me consideraría un bicho raro?
Lisa simplemente no quería saber nada de eso, pero lo que sí estaba segura era que no quería ver a Jennie.