~°• Capitulo 40

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{Narrador omnisciente}

Lo seguia intentando, por el, por su hermana, por su hijo, por su familia, no pararía de luchar hasta poder salir de ahí, no importa cuántas veces se lo dijeran, no se calmaría.

— Roier, ya basta, nadie vendrá, nadie sabe que estás aquí — Dijo el albino, estaba un poco arto de la actitud del más joven.

— Se que ellos vendrán, yo confío en que se darán cuenta y vendrán... — Dijo, estaba cansado pero igual no pararía.

— No vendrán, deja de comportarte como un niño 0037, afronta la realidad — Le hablo con algo de fuerza la cual no se notó por el filtro de voz.

— No me llames 0037, Cucurucho, tengo un nombre y eso nunca me lo pudiste quitar — Dijo Roier, retando al más alto.

— Aún no entiendo cómo decidieron no desecharte aún viendo que el medicamento no hacia efecto en ti — Dijo serio — Y mucho menos entenderé como se les ocurrió que era buena idea que trabajaras aquí...

— Porque saben que yo les puedo ser más útil que una persona como tú... — Su tono de voz paso a ser algo más frío.

— Mira 0037, colabora, no te cuesta tanto, solo dime información sobre tu noviesito y serás libre — Dijo mientras volteaba a ver al chico.

El albino se quedó perplejo al ver cómo unos colmillos sobresalían de las comisuras de los labios de Roier y como sus ojos se volvían negros con rojo, estaba funcionando.

Todo esto, además de ser un plan para obtener información, era un plan para obtener el arma que tanto habían necesitado, solo necesitaba un empujoncito más y todo estaría listo.

— ¡No te diré nada porque no se nada! Déjame en paz — Una leve chispa se encendió en sus ojos, odio, odio puro, no había nada más en esos ojos tan lastimados.

— Estás mejor aquí que sufriendo fuera, te lo digo con sinceridad — El albino hablo intentando sonar lo más sincero posible, pero su voz robótica no cooperaba.

— No confío en ti, ¿Por qué debería hacerlo? — Dijo en un tono serio, sin dirigirle la mirada.

— Porque soy tu familia, Roier, te vi crecer, te criaste en este lugar con nosotros, somos tu familia y siempre puedes confiar en la familia — Habló, solo unas pequeñas frases más y el castaño liberaría su forma arácnida.

— No eres mi familia, número 1, y aunque lo fueras, el árbol genealógico también se poda — Esa era la respuesta que Cucurucho no esperaba.

— Eres un malagradecido 0037, nosotros te educamos, te dimos de comer, ¿y así nos pagas? — Dijo Cucurucho algo fastidiado.

— Los únicos que realmente me cuidaron y quisieron fueron mi abuelo y Osito Bimbo, los demás fueron unos malditos que solo nos usaron a mi y a mis amigos — Dijo con resentimiento, recordando cada una de esas inyecciones, cada una de esas pastillas, incluso cuando llegaban a golpearlo por defenderse.

— Fue por cuidarte Roier, todo lo que hicimos fue por cuidarte a ti a tus hermanos — Dijo serio, no tenía planeada esa conversación.

— ¿Mandar a la guerra a Cellbit? ¿Lastimar las alas de Quackity tanto que ahora no puede volar? ¿Eso fue por cuidarnos a mi y a los demás? — Grito con furia, finalmente sus ojos se volvieron completamente rojos como la sangre, sus uñas crecieron, sus colmillos sobresalieron de las comisuras de sus labios.

Estaba casi listo...

~°•Blue Bird project•°~ {QSMP}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora