NICOLE (EXTRA I)

262 5 0
                                    

 Había pasado ya un año de lo sucedido. Giovanni estaba preso de por vida y desde entonces ya no hemos vuelto a saber nada de él. Por nuestra parte, nos mudamos a Italia, más bien en Milano.

Matteo había comprado una mansión enorme con piscina, cuatro dormitorios, una sala de juegos y muchas más.

En cuánto a nosotros estábamos bien felices con nuestros trabajos, Matteo era modelo internacional de la marca GUCCI. Casi siempre estaba de viaje, pero muchas veces le acompañábamos y explorábamos el mundo juntos.

Spike por su cuenta, había crecido un montón y era muy protector con Leonardo, siempre estaba pendiente de él cuidándole, llegó incluso a estar a punto de atacar a Matteo por fingir que iba a golpear al crío.

En cuánto a nuestro pequeño monstruito... Era un demente. Era la copia de Matteo literalmente, y según él, Leonardo era muchísimo peor que él de niño. ¿Y lo peor? Era tan fan de Marvel cómo su padre que llegó a creerse que es Spider-Man e intentaba subirse a las paredes o escalar los muebles, para no decir los cuántos intentos tuvo para meter los dedos en los enchufes, Matteo tuvo que cubrirlos todos.

Chiara e Iván también se habían mudado a Italia, más bien justo delante de nuestra mansión. Chiara se había convertido en una gran abogada, mientras que su novio volvió a ser policía.

Por mi parte aún no me decido qué hacer con mi vida, me gustaría dedicarme a algo, pero no sé a que... Y según Matteo no había problema ya que él traía el dinero suficiente para mantenernos.

Estábamos todos reunidos alrededor de la mesa, yo sostenía a Leonardo en brazos porque era su primer cumpleaños.

No sé cómo me convenció mi futuro esposo a comprar una tarta de Spider-Man y de paso que nuestro hijo esté disfrazado de Spider-Man en su cumpleaños.

Hay algo peor... Todos fuimos obligados a disfrazarnos de superheroes por nuestro hijo, cosa que le hacía mucha gracia y a Matteo le causaba ternura.

— No me mires así... — protestó Matteo quién estaba vestido de Iron-Man. — Sabes que no me gusta Tony Stark. — dijo entre dientes.

— Fue tu idea de que todos nos disfrazáramos de un superheroe. — sonreí dulcemente con mi disfraz de Kate Bishop. — Además Stark te pega, millonario, genio, playboy... — él me agarró del brazo y me tiró hacia él quedando su rostro a pocos centímetros del mío.

— Retira lo de playboy, tengo dueña. — susurró y Leo nos miraba con cara de asombro chillando de felicidad.

— Retiro lo de playboy, pero sí tienes una dueña muy exigente. — respondí con una sonrisa, acercándome a él para darle un beso en los labios. Leo, ajeno a todo, continuaba con su alboroto, emocionado por la tarta de Spider-Man que había sido su elección.

— Si sigue así, señorita Clinton, esto acabará muy mal. — dijo Matteo y de la nada Leo soltó un grito y nos miramos asustados. — Ok, retiro lo dicho, Leo... — yo estallé a carcajadas.

— ¿Cantamos ya feliz cumple...? — dijo Susane cansada que vino de visita con sus padres, que aún seguían llevándose mal.

La propuesta de Susane fue bien recibida por todos, y pronto nos encontramos cantando el feliz cumpleaños mientras Leonardo miraba fascinado su pastel decorado con el héroe arácnido. La alegría y el bullicio llenaron la casa mientras Matteo y yo intercambiábamos miradas cómplices, agradecidos por tener a nuestra pequeña familia reunida en un día tan especial.

Después del cumpleaños, cuando la noche comenzaba a caer y las luces de la casa se encendían, nos sentamos juntos en el sofá mientras Leonardo jugaba con sus juguetes nuevos en el suelo. Matteo me rodeó con un brazo mientras los demás charlaban animadamente en la mesa del comedor.

— ¿Te imaginas cómo será el próximo año? — preguntó Matteo, con una sonrisa mientras observaba a nuestro hijo.

— Espero que sea igual de caótico, pero lleno de momentos como estos. — respondí, apoyando mi cabeza en su hombro.

Matteo asintió, su expresión llena de amor y gratitud.

— Siempre y cuando estemos juntos, nada puede ser tan malo. — dijo, y selló sus palabras con un tierno beso en mi frente.

La vida había cambiado mucho desde aquellos días turbulentos, pero estábamos juntos, enfrentando cada desafío como una familia unida. Y eso era todo lo que importaba.



Dangerous: Juego TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora