Desperté en una habitación oscura, con una pulsación dolorosa en mi cabeza. Al intentar moverme, me di cuenta de que estaba fuertemente atado a una silla. La confusión me envolvía mientras recordaba el ataque antes de abordar el jet privado y cómo fui superado por un grupo de enmascarados.
Examiné la oscura habitación en busca de alguna pista sobre mi paradero. La puerta se abrió abruptamente, revelando a un hombre enmascarado, seguido por otro encapuchado. Mi instinto de supervivencia se activó, y empecé a luchar contra las ataduras.
― Bienvenido, señor Rusonni. Imagino que se preguntará por qué está aquí. ― la voz del hombre enmascarado resonó en la habitación, y aunque su rostro estaba parcialmente oculto, algo en su tono me resultaba extrañamente familiar.
― ¿Quién eres? ¿Y por qué estoy aquí? ― gruñí, enfrentándome al enmascarado mientras intentaba identificarlo.
El hombre se acercó a la luz, revelando una cicatriz distintiva en su mejilla. Mi mente trabajaba a toda velocidad, tratando de recordar encuentros pasados que pudieran haber causado este nivel de resentimiento.
― No necesitas saber mi nombre. Estoy aquí para que pagues, Rusonni. Por todo lo que me arrebataste. ― su voz estaba llena de rencor, y su sonrisa maliciosa dejaba claro que no tenía intenciones amistosas.
Fruncí el ceño, esforzándome por recordar cualquier cara del pasado que coincidiera con esa cicatriz. Aunque me resultaba familiar, no lograba ponerle un nombre. La incertidumbre se apoderaba de mí mientras intentaba descifrar quién era mi enigmático captor.
Me reí burlonamente, tratando de ocultar la preocupación que se filtraba en mis pensamientos. ― Deberías esforzarte más en tu juego de villano, amigo. Las máscaras y las amenazas son un cliché antiguo. ― mi intención era desestabilizarlo, pero sus ojos brillaron con furia contenida.
Sin previo aviso, el enmascarado descargó un puñetazo contra mi rostro. El golpe resonó en la habitación, y la intensidad del dolor se apoderó de mí. Aunque mi mejilla ardía, mantuve la mirada desafiante, decidido a no mostrar debilidad.
― ¡Deja de jugar, Matteo! ― exclamó, y en un movimiento rápido, se quitó la máscara. Mi corazón se detuvo por un instante al descubrir el rostro detrás de la fachada enmascarada.
Ante mis ojos, apareció Giovanni, mi hermano, a quien todos creíamos muerto años atrás. La sorpresa se apoderó de mí mientras enfrentaba la realidad de que mi propio hermano estaba detrás de este elaborado plan de venganza.
― ¿Giovanni? No puede ser... Pensamos que estabas muerto. ― mis palabras escaparon con incredulidad, mientras mis pensamientos se tambaleaban entre el shock y la comprensión de las motivaciones de mi hermano.
Sus rasgos estaban marcados por cicatrices, cada una contando historias de dolor y sufrimiento. Era un recordatorio visual de los años que Giovanni había pasado en la sombra, gestando su resentimiento y planeando su venganza.
― Pensé que estabas muerto, hermano. Pero por lo que veo, has estado ocupado preparando este pequeño espectáculo. ― mis palabras resonaron con amargura, y el odio palpitaba en el aire entre nosotros.
Giovanni me miró con frialdad, sus ojos reflejando el resentimiento acumulado.
― Tú y tu supuesto "imperio" lo arrebataron todo, Matteo. Dejaste atrás un rastro de destrucción. Pero yo he vuelto para poner fin a eso, para hacer justicia. ― me reí con desdén, aunque sentía una mezcla de emociones.
― Justicia, dices. ¿Atacar a mi gente, secuestrarme? Eso no es justicia, Giovanni, es venganza ciega. Y, por cierto, ¿por qué ahora? ¿Después de todos estos años?
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Dangerous: Juego Tóxico
AcciónNicole, una chica mafiosa que a sus 23 años acabó en la cárcel a causa de la traición de su ex novio. Matteo, uno de los mafiosos más peligrosos del mundo, ex de Nicole, que aunque sea millonario tiene una serie de problemas a que enfrentarse. Ambos...