𝑀𝒾 𝒫𝓈𝒾𝒸𝑜𝓅𝒶𝓉𝒶

#11 Jeff the killer

Jeff

Abrí los ojos...estaba en el hospital, miraba a todos lados confundido pero siendo consciente de lo que había pasado y de la situación, estaba lleno de vendas que cubrían mi cara mi cuerpo mis brazos, todo, me encontraba en una camilla, la habitación tenía una pared verde, y al lado de la camilla había un sillón y una mesita pequeña, vi la puerta abrirse y eran la doctora junto mi madre preocupada, la doctora llevaba un espejo en la mano.

-Jeff hoy te podremos quitar las vendas después de dos semanas de reposo, se acercó a mi y con delicadeza empezó a quitarme las vendas despacio, cuando me las quito me dió el espejo para que pudiera verme, mis ojos no se molestaron en abrirse del impacto simplemente me miré con mi mirada normal, estaba pálido,  no tenía mi cabello lacio, y tenía quemaduras, tire el espejo al suelo y me acosté dándome media vuelta.

-Jeff...

No conteste a mi madre.

-señora es mejor que le demos su espacio aun necesita analizar la situación y no es fácil.

Mis ojos se aguaron y los cerré, mi madre y la doctora salieron por la puerta y me quede llorando silenciosamente en la cama, hasta que de pronto...Samantha... quise llorar pero luego me vino a la cabeza...Randy y sus compañeros....  Mi expresión se volvió fría pero a la vez malvada , me quite las guías de mi brazo y me levante, tan solo abrir la puerta salí corriendo como pude, mientras los médicos me seguías para detenerme, iba a vengarme no podía pudrirme en este hospital, corrí hacía la salida de ese hospital, era muy grande y me costó encontrarla, cuando salí empece a correr por la calle con el objetivo de adentrarme en el bosque, corrí y corrí  hasta llegar al bosque , vi que nadie me perseguía, me habían perdido de vista por fin y empecé a caminar lentamente, estuve tres horas caminando y era casi de noche, así que decidí ir a mi casa.

Al llegar me colé a mi habitación por la ventana y cogí unos tejanos negros junto una sudadera blanca que cubriera mi cabeza sin cabello, cuando fui a salir de nuevo por la ventana me detuve a ver la ventana de Samantha, voy a ir a verla a darle la sorpresa, pero...me verá así y se asustara, ya no me querrá como antes, seguro que me aborrecerá! Me echará! Mientras mis lagrimas salían de la ira baje por mi ventana como si nada para volver al bosque, de golpe algo de mi bolsillo empezó a vibrar, mire lo que era y era mi jodido teléfono lo cogí y lo estampé contra una piedra dejándolo hecho pedazos, proseguí mi camino pensando en que podía hacer, podría ir con Sam pero estaba muy furioso si me veía así me iba a odiar, sentía como mi corazón se volvía duro y se oscurecía al mismo tiempo, después de caminar por horas encontré una cabaña en medio de la nada a kilómetros de la ciudad, estaba algo descuidada y abandonada pero habían luces dentro, me dirigí a la entrada y toque la puerta haciéndola sonar, salió un hombre borracho .

-quien eres? Por qué picas a mi puta puerta.

-buscaba refugio estoy perdido-

-oh sí perdón por mis modales, pasa- me dijo con una mirada perversa.

Entre en la casa y era acogedora pero estaba llena de droga, ahora entiendo por qué estaba a kilómetros de la ciudad aquí nadie la encontraría, habían kilos y kilos de cocaína y más.

-Y que hacías perdido te has escapado de tu casita?- empezó a reír a mis espaldas.

-Estaba perdido en el bosque hasta que encontré esta cabaña, no podía perder la oportunidad de picar a la puerta, podría darme un vaso de agua?

El hombre camino por delante mío y se dirigió a una bonita cocina, la casa era abierta, el recibidor, la cocina y el comedor estaban en una sola sala grande y sin paredes, delante de la puerta de entrada habían unas escaleras que llevaban a una segunda planta, me dirigí al hombre para coger mi vaso de agua.

-que hacías perdido a estas horas de la noche por el bosque? No tienes familia? Por qué estas tan pálido? Alguien te ha visto venir hacía aquí?

La cabeza empezó a dolerme y me llenaba de íra con cada pregunta que hacía y de un solo movimiento cogí un cuchillo que tenia al alcance y se lo clavé en el cuello, empezó a desangrarse mientras caía lentamente al suelo, mi dolor de cabeza mejoró, algo en mi se había roto, me sentía bien asesinando al hombre.

Finalmente enterré su cuerpo lejos de la cabaña, aquí iba a vivir, en esta casa perdida en el bosque, aquí nadie me encontraría, a la vista es un sitio abandonado sin vida y se encontraba lejos de la ciudad, respecto a la droga que contenia ese lugar, la vendí, había mucha y eso hizo que consiguiera una buena cantidad de dinero para sobrevivir.

Tocaba mi venganza, mi familia, no hicieron nada para evitar que acabara así, así que me encaminé hacia el sitio que solía ser mi hogar, sin piedad esperé a que mis padres llegaran a casa por la noche y los asesiné a todos, no sentía dolor ni tristeza y con una simple matanza abandoné esa casa para siempre, le había cogido el gusto a matar y decidí que esa iba a ser mi rutina, asesinar....

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