"La esperanza se tuerce a ilusión y luego vuelve al dolor,
así que goza, en silencio y sin mirar.
Y luego... siente.
En el gozo y dolor en simultáneo.
Entonces la esperanza se volverá agridulce."
Gabriel y Eliot se ven distanciados después de que Ga...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 12
~ Gabriel ~
Abril
Melisa vino hoy a vernos. Íbamos a tener noche de películas románticas, pero terminamos jugando cartas mientras conversábamos de la universidad y de la academia de Emil.
Melisa era mi compañera de clase en la universidad. Nos conocimos en el primer año, teníamos prácticamente el mismo horario y siempre comprábamos una dona rellena de manjar en el primer periodo libre de la mañana, en la cafetería de la facultad.
Ella era un mujer directa y organizada, además muy inteligente —y guapa, muy guapa. Con sus uno cincuenta de estatura, su cabello castaño largo y ondulado, sus ojos marrones y su nariz ligeramente sobresalida—. Este año terminaría la licenciatura y procedería a cursar un magister en educación media.
Genial ¿no?
En realidad, todo eso significaba que no teníamos mucho tiempo para salir juntos como antes; no habíamos podido juntarnos los tres desde hace un rato y, con el inicio del semestre, el trabajo y la vida en sí, nos costaba un poco coincidir.
—Así que... —comenzó a decir Melisa, dejando una carta sobre el montón—. ¿Cómo va esta amistad renovada con Eliot?
Por supuesto que iba a preguntar sobre eso. Y sabía que también estaba esperando el momento adecuado para preguntarlo, cuando ya habíamos bebido un poco y habíamos amenizado el ambiente entre todos.
Melisa sabía que llevaba un tiempo conversando con Eliot nuevamente y no me había preguntado mucho al respecto, porque ella siempre respetaba mi espacio.
Pero también sabía que era una metiche y le encantaba saber chismes y cotillear. Así que era demasiado obvio que hoy me preguntaría al respecto.
—Va excelente —le contesté, dejando otra carta sobre el montón.
—¿Qué significa eso?
—Exactamente lo que dije.
—No entiendo —dijo ella, mirando a Emil buscando respuestas, quien solo soltó una carcajada y botó una carta.
—Tienen citas de amigos —respondió él y yo me alarmé.
—No son citas.
—No te entusiasmes, dije «cita de amigos» —se apresuró a decir mi amigo.
—¿Cómo es eso de las citas de amigos? —quiso saber Melisa, abriendo sus ojos con impresión.
—Sales en una cita, pero no hay beso ni sexo al final de la noche —respondió Emil encogiéndose de hombros.
—Eso suena a una mala cita. —Melisa arrugó la nariz mientras respondía.