Capítulo 13

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CAESAR

Natasha tosió apenas permití que tomara un poco de aire, respirando una larga bocanada luego de tener una arcada, viéndome con el ceño fruncido, limpiándose la saliva de la barbilla con el dorso de la mano.

Me divierte esto de tener el control, verla dispuesta a cumplirme las fantasías sin siquiera saber las perversiones que me pasan por la cabeza me pone tan cachondo que se me tensan las pelotas, hoy voy a hacerle todo lo que no le pude hacer ayer.

La psiquiátrica, a pesar de que le cuesta trabajo tomarme completo, no se da por vencida, se recupera rápido, relamiéndose los labios antes de abrir la boca y engullirlo hasta la empuñadura, apretándome con su húmeda garganta, moviendo la lengua para rozarme, chupando la punta, ahuecando las mejillas, sujetándome por las bolas, haciendo uso de todas sus técnicas para que me cueste trabajo contenerme.

Necesito saber qué tipo de amarre me hizo esta psiquiátrica, yo jamás rompo mis promesas, dije que no iba a tocarla hasta que cumpliera dieciocho, y aquí estoy, follándole la boca por segunda vez, pensando en cuando podrá repetirse.

Necesito saber qué tipo de amarre me hizo esta psiquiátrica, yo jamás rompo mis promesas, dije que no iba a tocarla hasta que cumpliera dieciocho, y aquí estoy, follándole la boca por segunda vez, pensando en cuando podrá repetirse

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Yo conocí una Natasha tímida, pero cuando se trata de sexo, se transforma la bestia, compre una esclava bipolar ¿Cuál será su verdadera personalidad?

— Pastelito — Tomando directamente el collar con mi mano, empujando y soltando para marcar el ritmo, importándome poco los dientes que se me clavan en la piel— ¿No tienes hambre? Porque yo estoy hambriento... — Metiéndola toda dentro, empujando con fuerza con las caderas— Y lo que quiero comerme es esto...

Deslizando mi mano por su vientre hasta llegar a la humedad que tiene entre las piernas, masajeando su hinchado clítoris, sensible, sonriendo al verla mover las caderas para tener más de mí.

Sus jadeos ahogados, su mano en mis bolas, su mirada suplicante...

Voy a correrme, ya no aguanto más, esta mujer no deja de provocarme.

Retiré mi pene, masturbándome con ayuda de su saliva, viendo su rostro de frustración al ver que le quité su dulce favorito y no le permito acercarse para que continue con su tarea.

TÓMAME (CORREGIDO) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora