Capítulo 35

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Santino, Aless, el chofer que obviamente no se perdería mi fiesta, y yo, cantamos todo el camino canciones como Men! I feel like a woman, SexyBack, Watermelon Sugar, Wannabe, y canciones de ese estilo, cantando a todo pulmón, con los vidrios abajo...

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Santino, Aless, el chofer que obviamente no se perdería mi fiesta, y yo, cantamos todo el camino canciones como Men! I feel like a woman, SexyBack, Watermelon Sugar, Wannabe, y canciones de ese estilo, cantando a todo pulmón, con los vidrios abajo y la música a tope, sin importar el frío, o las personas que se nos quedan viendo raro, después de todo, a esa hora, un viernes por la noche sólo hay borrachos, drogadictos o personas dispuestas a pasarlo tan bien como nosotros.

Terminamos estacionando en un gigantesco club que ilumina el cielo con sus luces dirigibles, desde el exterior puedo escuchar el caos que hay dentro, la música fuerte, los gritos felices, necesito estar ahí dentro, necesito divertirme como todos e...

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Terminamos estacionando en un gigantesco club que ilumina el cielo con sus luces dirigibles, desde el exterior puedo escuchar el caos que hay dentro, la música fuerte, los gritos felices, necesito estar ahí dentro, necesito divertirme como todos ellos.

— Por aquí, novia.

Dijo Santino, tomando mi mano, dejando la enorme fila de la entrada para acercarnos al lateral del edificio, Aless tocó tres veces mientras me guiña un ojo y la puerta fue abierta para nosotros, mostrándonos a dos guardias que no parecen guardias en realidad, visten muy sexy para eso.

— ¿Llegó la novia?

Preguntó uno de ellos, observando el pequeño velo en mi cabeza y a mí, sonriéndome.

— Así es, que comience la diversión.

Dijo Santino, empujándome hacia el interior, dónde esos hombres me atraparon y comenzaron a arrastrarme mientras bailan animados, esto comienza a ponerse interesante, me cosquillea la piel de la expectación, quiero bailar, beber y divertirme, hace meses que no lo hago.

— Preparamos todo lo que pidió el señor Santino —Comentó uno de los hombres—. Para que la dama de la mafia tenga una noche inolvidable.

Miré con sorpresa a mi amigo que camina unos pasos por detrás, relajado, con todo el sequito de hombres a su espalda ¿Por qué él se ese gran detalle? Se supone que debemos guardar el secreto, hemos estado meses manteniendo la boca cerrada y este va y se lo dice a un completo desconocido.

— Tú relájate, muñequita, esta noche tengo todo controlado, confía en mí.

Guiñándome un ojo, relajado.

TÓMAME (CORREGIDO) +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora