🄲🄰🄿🄸🅃🅄🄻🄾 15 +18

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//Perdón por tardar en actualizar, tuve problemas de salud mental en los cuáles no pude escribir. Pero aquí nuevo capitulo gracias a los que me motivaron a seguir con esta bella historia///

EL PRIMERO

ELLA ME BESA COMO si no hubiera ningún otro lugar en el que preferiría estar, ni otros brazos en los que preferiría estar envuelta.

No peleo ni hago preguntas. Cuando recibo un regalo, lo acepto y agradezco por las bendiciones. Le devuelvo el beso, saboreándola y oliéndola con la lengua, cuidando de protegerle los delicados labios y la lengua de mis colmillos.

Ella salta y me envuelve la cintura con las piernas. Unas extremidades tan diminutas y suaves. La sujeto por debajo del muslo, agarrándole una nalga y apretándola.

Se arquea hacia mí mientras nos besamos y, aun sujetándola, la abro y me deslizo entre el calor que tiene entre las piernas. La ropa me mantiene alejado de la presa, pero ella se retuerce contra mi mano de todos modos, y un pequeño gemido de placer se le escapa de la garganta. A ella le gusta esto.

Es demasiado. Debo tenerla desnuda. Debo ver todo con lo que me provocó cuando me bañaba.

La dejo en el suelo y luego le quito la tela que le cubre los hermosos pezones. La arranco, rasgando la tela por el centro y tiro los pedazos en el suelo. Ella grita un poco sorprendida, pero luego se ríe.

—La próxima vez solo pídelo —me dice.

Y luego me besa de nuevo, al mismo tiempo que lleva las manos al largo cuero que le rodea la cintura. En poco tiempo, lo retira de las azas de tela que le cubren las piernas y luego las empuja hacia afuera.

Me sorprendo un poco cuando veo que, a diferencia de antes, no lleva ropa interior extra.

—Estaban mojadas después de la ducha —dice en explicación al ver mi notoria pausa.

Luego, me toma de la mano y me conduce por el pasillo.

Al principio, estoy confundido por sus acciones, hasta que me doy cuenta hacia dónde nos lleva.

A la habitación con la cama.

Está ansiosa por follar ahora. ¿Qué ha cambiado? Yo también tengo ganas de follar, pero a pesar de la abrumadora necesidad de sumergirme en ella, primero con una pene y luego con la otra, no me fío de nada tan... milagroso. Sé que le pedí fe, pero primero necesito entender más.

Así que una vez que llegamos a la cama, la alzo y la coloco con facilidad sobre el colchón para luego subirme encima de ella. Pero me detengo una vez que llego a su vientre, hundiéndome de cabeza en su sexo.

Me acerca las manitos humanas a la cabeza, pero no me aparta. En cambio, comienza a acariciarme la cresta a lo largo de la parte posterior del cráneo.

Me estremezco mientras me sumerjo entre ese pequeño y dulce sexo con la lengua. Su aroma y las olas cíclicas de placer que siento casi me desbordan. Es obsceno que tal placer sea posible...

Mis penes se ponen rígidos hasta convertirse en piedra mientras continúo explorando y moviendo mi lengua. Ella se arquea y tiembla debajo de mí; lo siento todo. Hundiéndome en su mente, siento el asombroso por el deleite de tenerme, tan grande y masculino entre las piernas, por mis hombros musculosos mientras le agarro las piernas y las abro aún más hacia mi boca. Eso solo me hace estar más hambriento de ella. Entierro completamente el rostro en su olor; en su gusto. En lo suaves y húmedos pliegues de su carne. En el erótico estremecimiento de sus muslos alrededor de mi cabeza mientras el placer la hace añicos.

Apenas logro mantenerme bajo control mientras subo a la cama, limpiándome la boca con el brazo a medida que avanzo. Necesito de todo el esfuerzo para no correrme sobre su abdomen, pues la deseo tanto. Quiero estar dentro de ella. Quiero esta coconexión más de lo que quiero mi próximo aliento.

¿Me rechazará a último momento como lo hizo la última vez?

Pero no, ella me mira con los ojos brillantes por la conmoción, todavía con espasmos de placer. Y luego, ella se agacha y me agarra el pene. Me alinea en su centro húmedo.

Y entonces me muevo hacia adelante. Pensaba que tenía los ojos muy abiertos y brillantes antes, pero es nada en comparación con lo sorprendida que se ve una vez que la penetro.

Porque ahora puede sentir la lujuria y el deseo que siento por ella a cambio.

Y la deseo como nunca antes lo había

hecho por ninguna otra mujer, o como no sabría que podría sentirlo.

Quiero follar, follar y follar.

Quiero sentir ese dulce coño apretarse con espasmos alrededor de mí... En el segundo en el que lo pienso, lo hace, sintiendo y cumpliendo el deseo en ese mismo momento.

Es entonces cuando me abruma su deseo por sentirme moverme. Quiere que la monten y que lo hagan con fuerza. Quiere sentir lo que es ser tomada por un hombre que la quiere más que a cualquier otra cosa en el planeta y puedo darle eso.

Estoy obsesionado con la sensación de tenerla a mi alrededor. Estoy obsesionado con acariciar su sexo con cada cresta de mi pene. Estoy obsesionado con los ruidos que hace cuando salgo y luego vuelvo a meterme lentamente.

Estoy obsesionado con la forma en la que me sujeta de los hombros y se arquea hacia mí, buscando descaradamente su propio placer voraz... y al mismo tiempo, alimentando y saciando el mío.

Ambos tomamos, damos y recibimos. En el dar, recibimos, y por todos los ancestros que nunca conocí...

La sujeto y la embisto, vertiendo mi semilla profundamente dentro de ella.

Pero no es suficiente, ni está cerca de ser suficiente. Tengo las bolas cargadas a medias. Inmediatamente salgo, me agacho y luego la penetro con mi segundo pene.

En el momento que lo hago, tiene espasmos a mi alrededor y se corre una vez más.

—Más —grita retorciéndose alrededor de mi pene erecto.

Continúo experimentando el nuevo placer y alabando a los dioses de esta tierra por darme una mujer así.

Especialmente cuando ella nos lleva a dar la vuelta. Estoy confundido, pensando en que ella quiere que nos detengamos

Pero una vez que estoy de espaldas, se sube encima de mí, empalándose sobre mi miembro de tal manera que me rebota sobre el cuerpo, sus pechos exhibidos en una magnífica posición. Mueve las caderas hacia arriba y hacia abajo mientras follamos, mientras me monta para sentir la mayor fricción para ella. Se sujeta de mi abdomen sin inhibiciones. Al acceder completamente a su mente cuando estamos conectados de esta manera, puedo sentir que no tiene aversión por mi extraño cuerpo a media transformación.

Busco el pequeño nudo de carne mienras ella me monta y se aprieta con espasmos alrededor de mi pene, enterrado tan profundamente dentro de ella. El abdomen se me tensa y se contrae.

Mi pareja es magnífica; es espectacular mientras se entrega a mí. Nunca he sentido nada como ella. Estoy abrumado por su placer mientras se eleva. Puedo verlo a través de sus ojos mientras me mira con un deseo voraz. Como me veo y me siento a través de sus ojos y sentidos.

Es demasiado. Ella es demasiado. Esos pechos que rebotan, ese suave y exuberante cuerpo. ¿Cómo se supone que...?

Me flexiono y me la acerco al pecho, devorándole la boca.

Nuestros cuerpos se fusionan en todos los sentidos y ya no puedo ver dónde comienza el mío y dónde termina el de ella

Cuando acabo y derramo mi semilla dentro de ella, ambos nos sumergimos en una explosión de placer; mi clímax desencadena el de ella y luego resuena en el mío como un bucle de retroalimentación tan intenso que ambos seguimos temblando durante largos minutos.

Y cuando vuelvo a colapsar sobre el colchón, tirándola conmigo, sin querer soltarla, ella tampoco hace algún movimiento para apartarse.

Débilmente, agarra la sábana y nos cubre con ella, pero no hace ningún otro movimiento. Está tendida, cubriéndome el cuerpo como si fuera una segunda piel. Solo en caso de que piense en moverse, la rodeo con fuerza con el brazo para mantenerla en su lugar.

Entonces, solo entonces cierro los ojos, desbordado por el agotamiento que nunca había experimentado, y me duermo.

mi bestia extraterrestre (extraterrestres darcy 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora