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GISELLE

OH MIERDA. Me acosté con El Primero.

¿En qué estaba pensando?

Pero luego recuerdo haberme envuelto en él... no me es difícil, considerando que aún estoy enredada en su enorme y cálido cuerpo.

¡Aun así! Es en serio, ¿en qué demonios estaba pensando? ¡Él ni siquiera me gusta! Entonces, ¿por qué diablos me acostaría con él?

¡Especialmente considerando las posibles consecuencias!

Esto no es lo que soy. No soy el tipo de mujer que hace locuras y se arriesga de esta forma.

No, siempre hago lo esperado y lo seguro. Fui a la universidad como lo esperaba mi madre y mi padrastro. Siempre salí con tipos corporativos atractivos. Adictos al trabajo que solo querían un bombón para llevar del brazo, pero nunca tenían mucho tiempo para mí, e incluso cuando lo tenían... bueno, eran un poco aburridos cuando no eran condescendientes.

Cielos. Todos eran hombres iguales a mi padre biológico.

¿Y El Primero? Diablos, no podría ser menos el tipo de hombre que mis padres considerarían «aceptable». Quiero decir, obviamente está todo el asunto de los extraterrestres, pero incluso apartando eso, es rebelde, enojón, herido y está lejos de ser estable.

Es un chico malo en todos los sentidos de la palabra.

Y estoy completamente encaprichada con él.

¿Qué demonios estoy haciendo?

Si me sigo acostando con él, terminaré con un bebé extraterrestre dentro de mí. Si es que ya no lo tengo. Lo que me hace apartarme de él y tocarme la espalda. Mierda, ¿me están brotando alas como sucedió con Juliet y Ana?

Pero no, los hombros siguen siendo... bueno, humanos. Y cuando me miro el antebrazo, sigo teniendo solo piel. No hay escamas relucientes.

Y estoy... aliviada, ¿verdad? Me siento aliviada, no decepcionada. ¿Cierto?

Sin embargo, cuando intento bajarme de la cama, un antebrazo gigante se mueve a mi alrededor y me tira hacia atrás.

—¿A dónde va mi pareja?

Pareja. Cielos, esto es demasiado, demasiado rápido.

—Baño —respondo, deslizándome del agarre y saliendo de la habitación.

Abro el grifo del lavado para calentar el agua, cierro los ojos y me salpico la cara con el agua más caliente que puedo soportar.

Como si pudiera borrarme de la mente los recuerdos de anoche.

Como me sentí cuando me abrió de par en par con ese enorme pene, llenándome más de lo que lo habían hecho jamás. Tan pronto como lo sentí chocando contra mi cuello uterino, un poco de su líquido preseminal debió salir, pues me encendió con su deseo. Nunca sentí algo más embriagador.

Poder sentir cuanto te desea alguien, solo a ti y a nada más en ese momento...

—Aquí es a dónde has huido tan rápido.

Doy un salto y dejo escapar un chillido al escuchar como le retumba la voz de repente tras de mí. Una manos cálidas y fuertes se me posan sobre las caderas aun desnudas. Cielos, por qué no pensé en arrastrar la sábana junto a mí para cubrirme o algo así. Cualquier cosa. Nunca me he sentido más expuesta que al estar desnuda frente al espejo del baño con El Primero de pie, tan corpulento detrás de mí.

Me siento diminuta y en desventaja, pero no porque tenga miedo.

Me siento en desventaja porque los recuerdos de la noche anterior se precipitan sobre mí con tanta fuerza que me cuesta un gran esfuerzo no darme la vuelta, saltar sobre la encimera y abrir las piernas para él. Especialmente cuando miro hacia arriba y, en el espejo, le veo la lengua asomarse entre los labios y sé que está oliendo el aire. ¿Acaso huele la excitación en el aire? ¿Podré guardar un secreto alguna vez con este hombre?

mi bestia extraterrestre (extraterrestres darcy 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora