«No. Tal vez no es así. Tal vez los errores de una persona favorecen a otra. Tal vez las caídas sólo sirven para tomar aire, y seguir corriendo. Para sanar heridas. Para que esperes a que llegue alguien... y te enseñe cómo amar otra vez.»
Porque inc...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El amor es, probablemente, el más difícil de los sentimientos existentes en este planeta, pues acarrea demasiadas cosas consigo. Entre ellas está la más terrible de todas; el desamor. Años viviendo en un mundo de ensueño que se pueden acabar con un error. La relación entre hombre y mujer resulta algo ambigua por el mismo hecho, ya que un pequeño suceso puede cambiarlo todo. Para bien o para mal.
Probablemente el desamor es una de las experiencias que ningún ser humano está exento de vivir, ya sea en mayor o menor medida. Esa sensación de desolación que repercute incluso de forma física, pero sobre todo emocional en la persona que desafortunadamente ahora vivirá en la abstinencia del amor de aquel ser, que en algún momento, le hizo pensar que todo era posible. Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer, pero le grita mediante el dolor: el dolor es su megáfono para despertar a un mundo adormecido.
—No tengo tiempo como para discutir por esto, Dai.
—Pues tendrás que hacerlo.—reclamó sujetando su muñeca para evitar que siguiera moviéndose—. No puedes irte así como si nada y luego arrojar casi doce años de relación a la basura.
—Sueltame.
—Lo único que estoy pidiendo es una maldita explicación, Kala.
—¡¿Es tan difícil para ti entender que ésto ya se acabó?!—exclamó la mujer dándole un empujón que lo hizo retroceder apenas.
—¡Es más difícil creer lo que hiciste! No soy estúpido, tu excusa de que sea más joven no tiene ni la mitad de sentido. No es válida de ninguna forma.
Era realmente tonto tratar de dialogar cuando ella incluso ya estaba empacando frente a sus narices. Pero demasiados días dándole vueltas y más vueltas al asunto habían puesto de cabeza todo cuanto creía. No podía estar en paz y aunque se había prometido llevar las cosas de la mejor manera cuando se vieran, la más sensata, en realidad ambos tenían un carácter irascible y volátil en ciertas circunstancias.
Empezando por ese momento, claro. Todo motivo para reclamar al otro.
—Pues tendrás que conformarte con eso.
—¿Es tan difícil para ti darme la cara después de semejante espectáculo que has hecho?
—¡Deja de dramatizar tanto las cosas, maldita sea!
—No estoy dramatizando nada. Creo que encontrarte en nuestra cama con otro tipo me da el suficiente derecho como para exagerar cuanto quiera.
—¡Y ahí vas de nuevo!
La primera reacción ante una infidelidad es una emoción bastante parecida al estado de shock. Cuando se desvanece pueden aparecer algunos sentimientos encontrados como la ira, la tristeza, la confusión y, cuando somos víctimas de ello, la culpa y la vergüenza.
