«No. Tal vez no es así. Tal vez los errores de una persona favorecen a otra. Tal vez las caídas sólo sirven para tomar aire, y seguir corriendo. Para sanar heridas. Para que esperes a que llegue alguien... y te enseñe cómo amar otra vez.»
Porque inc...
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Capítulo XI
Amigos peculiares
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Los restaurantes de comida rápida siempre serán el lugar más desordenado posible, parece una ley inamovible de la naturaleza.
Ese McDonald's no era excepción. Abarrotado de gente, aunque por pura suerte encontraron mesa cerca de los juegos. Algo que hizo muy feliz a los más pequeños, quienes inmediatamente fueron a jugar mientras esperaban su comida. Una piscina de pelotas, redes para trepar, toboganes y mucho, pero realmente mucho espacio donde gatear. Era el tipo de construcción que ponían en un parque, divertido pero simple. Había tanto ruido que era un poco difícil platicar a gusto.
—Me parece demasiado injusto que invites todo y sin decirme. Pagar comida para siete es mucho.
—¿Hace diferencia para seis?
Miko arrugó la nariz en molestia.
—¿Acaso eres narcotraficante o algo así? Parece que no te preocupa.—cuestionó, haciendo que el mayor terminara con el entrecejo fruncido, como si hubiera dicho algo loco—. No te juzgaría. Es un mundo difícil, el trabajo no siempre basta.
—No saques conclusiones tan arriesgadas.
—Creo que no puedes culparme. Apenas conozco un par de cosas sobre ti, pero falta lo básico.
—Trabajo en Corporación Cápsula. De hecho, soy jefe de piso, específicamente contabilidad. Quizá no soy millonario, pero gano suficiente.—exclamó sobre el ruido ajeno—. Sería difícil mantener a mi familia de lo contrario. Mucho más considerando gastos del futuro, como universidades y eso.
—¿En qué pensabas cuando decidiste tener una familia numerosa?
—Honestamente, puras tonterías.—por supuesto, ella se rió—. No, hablando en serio. Ellos han sido mi mejor compañía desde siempre, no importa si son buenas o malas condiciones. Ser su papá es uno de mis mayores logros hasta ahora.
Ahí estaba de nueva cuenta. Esa forma de hablar sobre sus hijos que inspiraba tanta ternura, como devoción. Eso movía muchas cosas en su mente, tanto malas como buenas y aunque una parte de ella pedía ignorar cualquier detalle por más lindo que pudiera ser, se resignó ante los hechos.
