Capítulo XXVI
Nunca mires atrás
Hay cosas que no se olvidan por más veces que quieras intentarlo.
Puedes correr, puedes huir, puedes esconderte el tiempo que desees. Si no enfrentas, no ganarás y eso, parece una regla de vida. Personas, lugares, recuerdos, objetos: todo marca un punto sobre tu vida, más o menos como un efecto mariposa. La lógica de ésta hipótesis se basa en una frase que recita más o menos ésto; «hasta el simple aleteo de una mariposa provoca un tifón al otro lado del mundo». El más pequeño golpe a los cimientos y sin más, toda la estructura se viene abajo.
Sucede muchísimas veces durante la vida.
En éste caso, estaba sucediendo con recuerdos y ninguno era bonito; una serie de imágenes que se habían disparado en su cabeza apenas llegar.
Su boda en secreto con Kala. Cuando le contaron a los padres de ésta y en lugar de felicidad, había recibido un puñetazo de su anterior suegro. Toda una conversación variada de reproches, insultos y al final, habían sido prácticamente echados de aquella casa a patadas. ¿Para qué sirvió? Si tras siete años de matrimonio Kala se había decidido a ponerle el cuerno, acabar con todo su esfuerzo, con todo ese tiempo que dedicaban diariamente para formar un hogar en contra de todos.
Tal vez su madre tenía razón desde el inicio, ella nunca había sido una buena mujer. ¿Cómo podía perdonar a una persona que provocó tanto daño y peor aún, provocó dolor a quienes amaba?
—¿Estás escuchándome, renacuajo?
Se sintió espabilado al oír la voz de su padre por aquella bocina, sacudiendo la cabeza.
—Perdón. ¿Me decías algo?
—Quería saber cómo está todo por ahí. Nunca he pasado una Navidad sin ustedes.—asintió como en automático, quizá pasándose una mano por el cabello—. ¿Son buenas personas? ¿Los niños se sienten cómodos? Estoy todo nervioso.
—Diría que han encantado a sus abuelos. Hasta se han estado comportando como si fueran unos niños decentes, es increíble.
—Bueno, algo debían heredar de ti. Eras un diablo con pañales cuando pequeño.—arrugó la nariz en protesta—. Es tu karma, supongo.
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Teach Me How To Love
Fanfiction«No. Tal vez no es así. Tal vez los errores de una persona favorecen a otra. Tal vez las caídas sólo sirven para tomar aire, y seguir corriendo. Para sanar heridas. Para que esperes a que llegue alguien... y te enseñe cómo amar otra vez.» Porque inc...