«No. Tal vez no es así. Tal vez los errores de una persona favorecen a otra. Tal vez las caídas sólo sirven para tomar aire, y seguir corriendo. Para sanar heridas. Para que esperes a que llegue alguien... y te enseñe cómo amar otra vez.»
Porque inc...
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Capítulo XIX
Debo confiar en ti
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La confianza es base de toda relación exitosa, no es un secreto para nadie que la comunicación es capaz de salvar relaciones y transformarlas.
Entregar tu confianza no siempre es fácil, pero es necesario para que cualquier tipo de relación sea capaz de funcionar. Una de las bases sólidas del mundo, como el cariño, la empatía y nobleza. Un cuento demasiado difícil de explicar, más con el tiempo contado.
Era nueve de diciembre y Miko conducía por esas calles que ahora eran tan invernales. En la ciudad nunca nevaba, desgraciadamente, pero en vez de eso había tanta frialdad que su aliento escapaba como humo blanco. Por eso tenía su calefacción prendida, aunque ahora había cierta tibieza en el ambiente. Mejor clima que otros días, suficiente para una salida... más bien, otro intento de cita.
Daishinkan había llamado esa mañana, para ver si podían hacer algo en especial, pero su cabeza tenía muy clavada la cita pasada y era tonto que ahora, sentía todavía más temor de que todo eso saliera peor. Aunque intentar no era mala idea, y por ende, ahora estaba viajando hacia su casa.
Sin idea de lo que harían, pero estaba yendo.
Eso sonaba tan estúpido.
El vecindario donde los Ángeluz habitaban era el más bonito que hubiera visto. Árboles secos que seguramente en primavera lucirían mejor, casitas en terrenos amplios y espaciosos, con estilos de colores simples pero vistosos. Todo eso que ella hubiera considerado para su futuro alguna vez y lo supo al estacionar en dicha acera, frente a la casa que ahora conocía tan bien.
Dió saltitos sobre sí misma para mantener calor una vez abandonó el auto, aunque luego terminó sonriendo como una tonta enamorada. El efecto Daishinkan, supuso, porque no parecía tan malo creer que las cosas podrían salir bien. Que podía divertirse sanamente por lo menos un día, dejarle al mundo sus preocupaciones, miedos y dudas.
Ser Miko Hendren sin pensar en nada más.
Tocó el timbre de la entrada y sólo se dispuso en su sitio a esperar: dentro de unos tantos días era cumpleaños suyo, entonces tenía expectativas e ideas respecto a ese mes en general. Demasiado grandes, tanta emoción como nunca antes había sentido... eso podía deberse a su nuevo presente y todas las persona que conocía.
