Es divertido ver cómo mis hermanos captan las miradas de cientos de chicas y terminan decepcionadas porque a ninguna les prestan atención, es que, ¿No los conocen aún? ¡Vamos! Su reputación siempre ha sido de rompecorazones, jamás se han fijado en nadie para enamorarse, pasar la vida con ellas o al menos para unos pocos meses de relación... ni siquiera tienen amigas mujeres.
- ¡Hey, Jenna!
El grito de Gabriel llamó mi atención, aunque también he captado las miradas de todos allí. Vino corriendo con el skateboard debajo de su brazo y lo dejó frente a nosotros mientras se sentaba a mi lado sobre el césped.
- ¿Extrañabas esto?
- a decir verdad... me he sentido muy sola allá
- ¿No has dicho una vez que tenías amigos?
- mentí, ¿Si? No quería preocupar a papá, ni preocuparlos a ustedes
- sabes que puedes confiar en nosotros, en mí principalmente
- lo sé, es solo que...
- ¡Hey, Gabe, es tu turno!
La voz de Erik llamándolo me hizo no acabar lo que iba a decir, y lo agradezco, siendo sincera no sé exactamente si quería confesar lo que estaba a punto de decirle.
- anda, ve, estoy bien aquí
Me miró, no muy convencido al comienzo, pero luego le puse esa carita inocente con mi sonrisa fingida que siempre lo convencía. Se levantó entonces y corrió con su skateboard de regreso con los otros dos. Yo me quedé allí, observando como parecían cuatro niños de nuevo cuando estaban en aquel lugar, y de vez en cuando miraba como las chicas alrededor murmuraban cosas mientras los miraban y reían divertidas.
- hola
Una voz me hizo levantar la mirada de pronto. Un chico de cabello castaño estaba allí parado, frente a mí, cubriendo la vista entre mi espectáculo y yo. Mi atención iba desde su jean con roturas al frente (pero era de esas que se usaban por pura moda) hasta su camiseta blanca con un logotipo de alguna banda de música, y luego observé sus converse negras con borde blanco.
- ¿Te importa si me siento?
- no, eres libre
Me miró sonriendo mientras se sentaba en el césped, a unos pocos centímetros de mí.
- soy Thomas
- Jennifer
- ¿Eres hermana de los chicos? Nunca te he visto
- no he estado en la ciudad en años
Y allí terminó la conversación. No sé bien si no tenía que más decirme, o simplemente decidió no hablar cuando vio que mis hermanos se acercaban a toda velocidad.
- ya vámonos, o Tyler comenzará a llamarnos
Me levanté en silencio. Comenzaba a caminar, hasta que noté como aquel chico era observado por mis tres guardianes... digo, mis hermanos.
- ¿No que tenían prisa por volver?
No dijeron nada. Se apresuraron a acercarse a mí y comenzamos a caminar en dirección al auto.
*****
En casa me quedé como dos horas en mi habitación, luego me aburrí y bajé con un libro, mi teléfono y auriculares. Estaba por salir al jardín, cuando mi padre me encontró.
- querida, ¿Puedo hablarte un momento?
- claro
Lo seguí hasta llegar al corredor que llevaba a su despacho. Nos encontramos en el camino a Tyler, quien se acercó seriamente.
- papá, piénsalo mejor, ¿Sí? Ella está mejor así
- hablamos luego, hijo
Y mi hermano mayor se marchó, aunque lo hizo con la cabeza baja, presionando los puños a los lados del cuerpo y sin decir una sola palabra. Me pregunto que estará pasando... Tyler y papá suelen hablar solo de trabajo cada vez que cruzan alguna palabra, por lo que ha sido raro aquel pequeño encuentro, pero intenté apartar cualquier duda de mi mente. Entré con mi padre a su despacho y me hizo sentar a un lado de él en el sofá que tenía junto al escritorio.
- sabes que tus hermanos tienen un empleo conmigo, ¿No es así?
- pues, si, bueno... de Tyler si estaba enterada
- Darío comenzó poco después de Tyler, y los mellizos juntos a Gabriel han comenzado hace poco, y... es tiempo de que también tú lo hagas
- hablas de... ¿Comenzar a trabajar en tu negocio?
- si... Jenna... sé que carrera has escogido en la Universidad, y eso tendrá mucho beneficio
- yo no... no he escogido eso por tus negocios
- lo sé... pero aún así hay que aprovecharlo
- es que no quiero...
- el que trabajes con nosotros es otra manera de mantenerte a salvo, querida
- pero... puedo cuidarme sola... lo he hecho bien todos estos años
Entonces se levantó. Me miró unos pocos segundos y se fue a su escritorio, dónde se sentó en su silla mientras encendía la computadora, como si diera a entender que la conversación aquí había terminado.
- papá...
- no hay nada que discutir, Jennifer, mañana te llevaré conmigo y trabajarás desde una oficina
No dije nada. Me levanté y salí lo más rápido posible de allí apenas se puso a trabajar con la computadora. Me quedé parada en el corredor, comenzando a hiperventilarme, hasta que Caleb me encontró de pronto.
- ¿Te encuentras bien?
- si, estoy bien, solo... necesito salir de aquí
Dejándolo allí me apresuré a salir. Encontrándome a mis hermanos en el camino, los ignoré y subí a toda prisa las escaleras y me encerré en mi cuarto.
- ¡No puede ser, maldición!
Comencé a perder el control de pronto. Cuando menos me di cuenta estaba gritando y caminando por todo el dormitorio... es que no me lo creo, ¿Trabajar en sus negocios? ¿Por qué? ¡Uff! Primero me tiene en un internado, en el extranjero, con la simple excusa de mantenerme a salvo... luego me envía a una Universidad a cientos de kilómetros. No he pasado ni un año aquí desde que cumplí los 10 años. Y ahora quiere que trabaje de algo que claramente yo no quiero ¡Uff! Tengo 21 años, no puede obligarme, pero, ¿Qué haré si consigo negarme y ganarle la decisión? No tengo nada aún, acabo de terminar la Universidad y lo único que conozco es esto debido a mi escasa experiencia en la calle, conociendo gente, y que tal si... ¿Y si accedo solo para poder obtener mis propios ingresos y luego irme por mi propio camino? ¡Vaya! Esa no es una idea tan mala, ¿O sí?
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The Queen (Mini Serie)
Teen FictionSer la heredera más codiciada no siempre tiene su lado bueno... el tener todo el dinero del mundo no siempre quiere decir ir de compras todos los días y tener todo el lujo que quieres.