Jennifer.
No me creo que ya sea la inauguración del club, debo admitir que me ha gustado mucho cada idea que hemos tomado con James para hacer algo súper diferente... aunque hemos cambiado varias veces de ideas en el trayecto. Estaba ayudando a mi padre, escogiendo la ropa que usaría esta noche. Acabé eligiendo una camisa blanca con un pantalón de sastre en color negro y sus zapatos haciendo juego.
- ¿Crees que es el atuendo adecuado?
- obvio, si
Le sonreí. Hubo silencio por un momento. Se acercó un poco y colocó su mano en mi mejilla tiernamente.
- sabía que ponerte a cargo sería buena idea
- ya, no te pongas cursi ahora
Me burlé. Lo dejé para que se vistiera y fui a mi cuarto para terminar de elegir uno de los vestidos que Amelia me había traído. Dudé, un poco, pero al final aquel vestido rojo de satén me terminó por enamorar al verlo detalladamente, sujeto por dos breteles y ajustado hasta la cintura para luego ir soltándose hasta llegar al suelo. Me apresuré a vestirme, combinando aquel precioso vestido con mis sandalias de tacón alto en color negras. Acomodé mi cabello con ondas y lo dejé suelto para que caiga sobre los hombros.
- linda, ¿Ya estás...? ¡Vaya!
Amelia entró, quedándose sorprendida al verme ya arreglada. La miré sonriendo apenas. Me levanté y parandome frente al espejo di una pequeña vuelta. Bajamos las dos, observando que mis hermanos ya estaban esperando allí abajo, bueno menos Erik, quien bajó unos segundos después de mí junto a mi padre. Caleb me vio, ambos nos quedamos viéndonos por unos segundos sin decir nada... esta situación con él no me está gustando nada la verdad, de hecho me angustia, ¿Qué debo hacer o decir? ¿Qué debo pensar? ¿Cómo debo actuar al respecto? Jamás me había dado miedo antes de enfrentar una situación, ¿Qué es lo diferente ahora?
- bien, ya vámonos
Tyler me quitó esos pensamientos, y lo agradezco porque ya estaba poniéndome mal.
*****
Llegando al lugar vimos que estaba lleno de gente en la entrada. Los nervios de pronto me invadieron por todo el cuerpo y tuve que presionar los puños para calmarme. Agradezco que Caleb haya aceptado venir, me ha logrado tranquilizar con solo apoyar su mano sobre la mía, y con eso también olvidar todo lo extraño que sucede entre los dos. Bajando del auto pasamos junto al guardia de seguridad y entramos, encontrando a James y a su padre. Ambos se acercaron, muy sonrientes debo decir. El señor Parker saludó gentilmente a cada uno, al igual que James, aunque él cuando llegó hasta mí sujetó mi mano y la besó delicadamente... cómo si se tratara de una película romántica o algo así, aunque admito que me hizo sonrojar y ya entonces mis hermanos se estaban burlando por detrás. Hubiera preferido quedarme allí, además estaba viendo a Caleb y su extraña mirada dirigida hacia James, pero debía ir con mi socio hacia donde estaba el pequeño escenario.
- deberías dar el discurso
- ¿Yo? No, digo... hay demasiada gente
- puedes hacerlo
- tú tienes más experiencia
- puedo estar a tu lado si quieres
Seguí negandome, no me sentía cómoda aún para pararme frente a todos cómo la dueña del lugar, al menos no por el momento. Una cosa sería subir para acompañar a mi compañero, pero, ¿Tener que hablar? Ni siquiera tenía preparado un discurso. Al final lo convencí para que fuera él quien hablara. James subió de pronto, llamando la atención de todos y comenzando a hablar... lo hizo parecer demasiado sencillo, conversando sobre nuestras intenciones con este club, la razón de hacerlo diferente a como trabajan nuestros padres e incluso comentando algo sobre cómo fue trabajar juntos, básicamente dio su opinión... aunque Darío y Francis se acercaron a mí y comenzaron a decir que eso era una declaración encubierta.
- no inventen, tontos
- tú porque no quieres verlo, hermanita
Se burlaban, mientras yo no podía dejar de ver una y otra vez a James y a Caleb girando la cabeza disimuladamente. El discurso estaba terminando, cuando oímos disparos provenientes de afuera. Todos comenzaron a desesperarse y correr por todos lados, hasta que varios hombres entraron soltando varios disparos al aire y fue así como todos quedamos quietos en el lugar. Mi padre quiso acercarse hacia mí al igual que los demás, pero uno de los hombres comenzó a apuntarlos uno por uno. Francis y Darío se ponían delante de mí, como si me pudieran proteger solo con hacer eso, mientras que James bajaba del escenario y se quedaba junto a mí. Fue él quien tomó la iniciativa de enfrentar a los sujetos, luego de que otro sujeto (supongo que de la misma edad que mi padre, o casi) entró captando la atención.
- siento no haber recibido invitación
- no es bienvenido
- ¡Vaya! Pero, que confusión entonces
Fingió estar ofendido, aunque luego su mirada se transformó en expresión de enojo.
- tu padre no debió cortar nuestra sociedad
- usted se lo ha buscado, se lo merecía
James estaba molesto, pero no más que aquel sujeto al oír aquello. Al final hubo un ligero silencio, aquel sujeto miró a cada persona allí y cuando divisó a mi padre lo miró fijamente.
- tú tampoco has hecho nada al respecto
- sabes bien lo que has hecho, Vans
- ¡¿Tú qué sabes?!
Su enojo parecía subir cada vez más. Comenzó a mover la mano que tenía su arma para todos lados, haciendo que nos inclinaramos cada vez que apuntaba a cada uno de nosotros. De pronto enloqueció. Dio la orden a sus hombres para que disparen y apenas salió comenzaron los disparos por todos lados. Francis me hizo arrojar al suelo en segundos, Darío se arrojó a mi lado e intentábamos ver en dirección a los demás, lo que era inútil. Cuando finalmente se fueron hubo silencio un momento. Luego alcé lentamente la cabeza del suelo y noté que todo estaba destrozado, al igual que cada persona alli estaba tendida en el suelo.
- ¡Jennifer!
James me vio y corrió hacia donde estaba. Me ayudó a levantarme y no podía dejar de ver, angustiada, todo a mi alrededor. No sabía que decir, y peor fue cuando todos se levantaban del suelo, excepto mi padre.
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The Queen (Mini Serie)
Teen FictionSer la heredera más codiciada no siempre tiene su lado bueno... el tener todo el dinero del mundo no siempre quiere decir ir de compras todos los días y tener todo el lujo que quieres.